martes, 18 de febrero de 2014

20 Años de Experiencia. Leyes de Gravedad de los Negocios

Carvallo Consultores festeja 20 años de brindar servicio a las organizaciones que han confiado en su experiencia.

Hoy continúa compartiendo con sus clientes artículos de interés para vender más con los mismos recursos; conocimientos y vivencias que del día a día, y de un caso, pasan a formar parte de la comunidad de empresas que los aprovechan y enriquecen.

En esta ocasión hemos preparado un símil entre la Ley de Gravedad de Newton y Leyes de Gravedad de los Negocios. Al conocerlas y practicarlas se evitarán desastres naturales que pueden llevar a la destrucción total de estructuras o relaciones.


Prendemos las velas y repartiremos el pastel en varias rebanadas, he aquí la primera.

Leyes de Gravedad de los Negocios

En el momento que se actúa en contra de la ley de la oferta y la demanda genera el mercado negro o monopolios, dando como resultado condiciones indeseables.

Existe una serie de leyes naturales en los negocios que son tan válidas como ésta; las hemos llamado leyes de la gravedad pues es grave no tomarlas en cuenta, ya que si no se respetan es muy probable que los negocios se caigan o, al menos, cueste mucho trabajo mantenerlos. Por su desconocimiento se generan malas relaciones comerciales; se diseñan estructuras inadecuadas a las condiciones particulares del negocio; y/o se establecen sistemas y procedimientos que no ayudan a lograr la satisfacción de las expectativas de los clientes.

En cuanto a las relaciones comerciales, es necesario balancear el canal de distribución, el precio, la calidad, el estatus que se está vendiendo y el volumen deseado, procurando la utilización de los canales existentes a los cuales el mercado objetivo está acostumbrado a asistir. En el mercado de computación, al igual que en muchos otros, sucedió con frecuencia que el desequilibrio entre estas variables evitase el cumplimiento de la ley de la oferta y la demanda. Nadie podía explicarse que, existiendo sobredemanda de un producto, siguiese habiendo guerra de precios sin inventarios, y que el cliente prefiriese adquirir una promesa de entrega que el mismo producto. Un mercado que fue tan nuevo y de tan rápido cambio, de producto tecnológico a producto de consumo, experimentó los mayores errores y violaciones a las leyes del la gravedad de los negocios.

Algunos ejemplos del mercado de computación

Le sucedió a Novell, quien fue el líder en redes de computadoras, con UNIXWARE. A mediados de 1994 Novell anuncia y genera adecuadamente la demanda de su producto, pero sólo existen en ese momento 950 Distribuidores certificados en los Estados Unidos, siendo que en total tenía 10,000 revendedores autorizados de sus productos. Con tal generación de demanda los clientes se acercaron a su proveedor de Novell (10,000 lugares diferentes), pero sólo en menos de un 10% de ellos se encontraba el nuevo producto. El revendedor no certificado, con toda seguridad y por muy profesional que fuese, hablaba mal del producto. Jerry Wallace, presidente de Technix, Inc. comentó: "Estoy muy complacido con lo que vi sobre UNIXWARE desde el punto de vista técnico, pero desafortunadamente la tecnología usualmente no vende un producto. Yo esperaba seguir el enfoque de Unix para nuestro negocio, pero si UNIXWARE o Unix se ponen difíciles, necesitaré hacer unos cambios en la estructura de mi corporación".

Michael Dortch, Vicepresidente de Mercadotecnia de UNIXWARE Technology Group (UTG) comentó: "Es triste, pero se requiere gran experiencia en Unix de los revendedores, con gran calidad de soporte en redes y otros sistemas no-Unix. Novell está trabajando en el problema y como otros proveedores de Unix, tanto en Novell como en UTG estamos tratando de proveer mayor educación y entrenamiento a un mayor número de revendedores, a su fuerza de ventas y a los usuarios, para tener a esta gente más entusiasmada sobre Unix y UNIXWARE". Tanto Novell como UNIXWARE cayeron por violar las leyes de la gravedad.

Otro ejemplo más dramático en este mismo mercado fue el primer mayorista de IBM en México. En esta serie de errores a uno de los socios del despacho le tocó representar el papel de protagonista directo y corresponsable. La situación económica de México a finales de los 80's era de altos intereses y falta de ahorro y liquidez. Los sistemas de autofinanciamiento tuvieron gran aceptación en el mercado automotriz, por lo que empezaron a proliferar empresas que ofrecían este sistema para casi todo tipo de productos.

Entre los diez distribuidores más grandes de IBM de México decidieron abrir una empresa que facilitara la adquisición de equipo, ofreciendo su obtención por medio del autofinanciamiento. Se fundó y se puso a funcionar. El mismo año de su fundación IBM lanzó en México la PS/1, también llamada el "clon" de IBM, y para lograr tener bajos costos se decidió hacerlo por medio de mayoristas. La empresa fundada para el autofinanciamiento pidió la distribución del producto e IBM vio con agrado la idea, aparentemente lógica, de que esta empresa fuese la que importara y distribuyera al mayoreo el producto. El día del anuncio a todo el canal se desató una revolución en el salón. Los distribuidores que no eran accionistas protestaron, con justa razón, la afectación a sus intereses. Al mes siguiente del anuncio se ofreció a los demás distribuidores participar como accionistas y, aunque más de una tercera parte dijo querer participar, el daño ya estaba hecho y realmente fueron menos de cinco los que se incorporaron.

El servicio que como mayoristas se pretendía prestar al canal era bueno y el costo de operación era realmente bajo; subcontratando servicios de almacenamiento y entrega de las computadoras en toda la República a precios no igualables, con una excelente disponibilidad del producto y ofreciendo el crédito apropiado. Se hizo la mayor publicidad que un mayorista de computación hubiese realizado hasta ese entonces, con recursos propios y un solo producto a vender. Como resultado de la publicidad se generó flujo a las tiendas de todos los distribuidores de IBM (competidores-canal), pero las ventas de la PS/1 no despegaron. Los distribuidores "compraron" unas cuantas máquinas, mismas que les fueron entregadas sin una buena documentación; por ser el único pedido que realizaron, la mayoría dejaron sus cuentas sin liquidar. La información que le llegaba al distribuidor siempre fue vía fax, y las primeras visitas de algún representante de la empresa fueron para ejercer una demanda legal de embargo por falta de pago del único pedido.

Aunque los márgenes al distribuidor aparentemente eran más bajos que con otros productos, la utilidad real que quedaba era mejor debido a una entrega más rápida que permitía la reducción de inventario y mayor seguridad de venta, pues por la publicidad el cliente llegaba a las tiendas de los distribuidores preguntando por el producto. El problema era que los vendedores de los distribuidores, al recibir a esos clientes que preguntaban por la PS/1, le ofrecían otra computadora de diferente marca y que aparentemente tenía mejores características a un menor precio.

La quiebra de dicha empresa, analizada en retrospectiva, era de esperarse. La buena idea de IBM de eficientar por medio de terceros calificados y experimentados la importación y distribución al mayoreo de un producto, resultó un verdadero fracaso. No se analizó lo que el canal, que era el cliente, deseaba, y se utilizó equivocadamente una estructura y organización creadas para una empresa financiera en una empresa comercializadora al mayoreo.

Analizar situaciones como éstas nos han dado la pauta para establecer las “leyes de gravedad de los negocios”, válidas para empresas de cualquier naturaleza. Si por algún momento llegamos a controlar la situación presionando contra ellas, formamos una fuerza cada vez mayor que hará que la caída sea espectacular.

Las 7 leyes de gravedad de los negocios

1)   A mí no me gusta darle negocio a mi competencia, por lo que a ella tampoco le gusta darme a ganar dinero.
2)   La lealtad cuesta... no se exige.
3)   Los problemas de comunicación son causados por el nivel alto y se notan en el nivel bajo.
4)   Si el valor diferencial no es servicio, es precio.
5)   Procuro vender lo que deja más, es más fácil y representa menos riesgo.
6)   La publicidad genera flujo en el punto de venta, no necesariamente la venta de mi producto.
7)   Todos los sistemas y procedimientos se vuelven obsoletos con el tiempo.

1)   A mí no me gusta darle negocio a mi competencia, por lo que a ella tampoco le gusta darme a ganar dinero.

Respetar esta ley ayuda a tener y mantener relaciones comerciales sanas entre proveedores y clientes. Las alianzas entre competidores que aparentemente están funcionando pueden resultar engañosas. Casi siempre se establecen contra un enemigo en común que es normalmente más fuerte que los aliados en un mercado o con un producto. Hay que tener cuidado con ellas, porque en cuanto uno se sienta con más poder que el otro, definitivamente le tratará de dar una sorpresa. Realmente existen muy pocas alianzas estratégicas entre competidores que funcionan. Los más altos niveles de las organizaciones se podrán poner de acuerdo y realizar una negociación en que ambos decidan perder algo para ganar mucho más en conjunto. Sin embargo, en los niveles más bajos el personal de ambos competidores sigue viendo a la otra empresa como un competidor, más que como un complemento. Gran parte de la falta de penetración que tuvo el sistema operativo de IBM (OS/2) se debió a que era necesario que los otros fabricantes de computadoras lo vendiesen preinstalado en sus maquinas; sin embargo, ni a Compaq ni a Hewlett Packard ni a los otros fabricantes les agradaba darle a ganar dinero a la IBM, prefiriendo los productos de Microsoft que, en definitiva, no eran su competencia.

La empresa de autofinanciamiento era, al final de cuentas, un pequeño grupo de distribuidores que trató de venderle a sus competidores para hacerlos canal. Aunque las condiciones de venta eran idénticas para los accionistas que para los no accionistas, los otros distribuidores sabían que si esta empresa ganaba dinero, sus competidores (los accionistas) ganarían dinero, producto de lo que ellos vendieran. No aprendieron que, como distribuidores no agradaba comprar a los mayoristas que también vendían directo, porque sentían competencia desleal; además, preferían vender los productos de los fabricantes que sólo utilizaban el canal para distribuir sus productos.

2)   La lealtad cuesta... no se exige.

Es muy común que en cualquier relación humana tratemos de exigir lealtad sin estar dispuestos a invertir en ella. Normalmente, quien en la relación siente que tiene más poder es quien trata de exigir lealtad; sin estar dispuesto a ser leal, ni invertir el costo de la misma. Es por esto que los grandes fabricantes tienen esta actitud al establecer sus canales, y por desconocimiento o descuido, no se den cuenta del sentimiento del distribuidor. También es común cuando las grandes cadenas comerciales son las que tienen el poder en la relación y faltan a la lealtad con sus proveedores, tratando de sacar demasiado beneficio de la negociación. La lealtad debe ser tanto con proveedores como con canales, clientes y empleados. Quien sabe mantener una relación de lealtad, invirtiendo constantemente en ella, difícilmente tendrá la necesidad de exigirla, y sus verdaderos socios de negocio lo seguirán manteniendo como líder por así convenir a sus intereses. La mejor forma de pagar el costo de la lealtad es recompensando siempre que ésta sea demostrada. Napoleón dijo: "he descubierto un hecho remarcable; la gente muere por listones". Recompensar es un poderoso motivador cuando se hace apropiadamente. Si se desea que alguien desarrolle un hábito, se le debe recompensar cada vez que lo realice, hasta que llegue a convertirse en hábito.

La empresa de autofinanciamiento trató que la competencia fuese un canal leal que diese a ganar dinero. Se exigió, vía fax, la lealtad de los clientes directos, en lugar de estar dispuestos a pagar el costo de visitarlos, consentirlos y convencerlos de que era un buen negocio para ellos vender la PS/1, restándole importancia a que los accionistas fuesen sus competidores. No se quiso pagar el costo de la lealtad. Se debió haber visitado a cada uno de los distribuidores, dar sus referencias a los clientes que llamaban directo y darle seguimiento a esas posibles ventas, ayudarles en los proyectos especiales que tuvieran y generar confianza de que ellos realmente eran más importantes que los accionistas. Sabían que tenían el producto que el mercado estaba demandando, pero pensaron que los distribuidores lo iban a arrebatar de las manos y no quisieron que los negocios particulares pagaran el costo de la lealtad del canal, perdiendo las ventas de quien hablaba directo al mayorista. Quizá el costo que se debía haber pagado era llegar al grado de que los accionistas tuvieran prohibido, en sus empresas, vender en forma directa esa máquina.

Al ser esta ley para cualquier relación humana, es también válida en las vidas personales, donde nos encontramos que muchas veces tratamos de exigir la lealtad a quienes no estamos dispuestos a serles leales.

3)   Los problemas de comunicación son causados por el nivel alto y se notan en el nivel bajo.

Realmente se requiere un gran esfuerzo consciente e inconsciente para abrir las líneas de comunicación, se dice fácil pero es sumamente difícil. Normalmente entendemos por una adecuada comunicación a la que se realiza por medio de la escritura, pero en realidad la comunicación más importante es la verbal y la corporal. Entender y manejar bien estos dos tipos de comunicación es la mejor manera para evitar fallas. Cuando el empleado, hijo, alumno, o en general "alguien" evita platicar con nosotros, es muy claro que nos está transmitiendo una falla de comunicación. Si un hijo no se comunica con su padre, el que cerró el canal de comunicación fue el padre; y si los alumnos no le tienen confianza al maestro, el error de comunicación es del maestro; y en el caso de jefe-subordinado, la falla de comunicación siempre es del jefe. Sin embargo, como estamos acostumbrados a la relación amo-esclavo, hasta que existe un gran problema no detectamos el cierre de comunicación y normalmente reprochamos al nivel bajo por no habernos tenido confianza. Debemos escuchar a nuestros "subordinados" como si quien nos hablase fuera nuestro "jefe", y tratar de exponer ante nuestro "jefe" como si estuviésemos hablando con nuestros "subordinados". De hecho, gran parte del problema que existe al tener métodos, procedimientos y sistemas equivocados, se debe a la imposición de los mismos por el nivel alto, cerrando de manera autocrática cualquier medio de comunicación.

En la empresa de autofinanciamiento también se generó un problema de comunicación con el siguiente nivel de comercialización, toda la información que se pensaba que ellos requerían se les enviaba por fax, nunca se contestó el teléfono y mucho menos se abrió la puerta para que fluyera la retroalimentación. Se creyó también que si los distribuidores no se comunicaban era porque no estaban vendiendo, no porque existiese un problema de comunicación. No se supo interpretar la tercera ley.

4)   Si el valor diferencial no es servicio, es precio.

Tanto para el cliente usuario del producto como para el canal, el valor diferencial debe ser servicio; esto es, satisfacción de las necesidades. Cuando no existe ese diferencial, la decisión de compra normalmente es muy sencilla: precio. La única forma de determinar lo que es servicio para los clientes, es preguntándoselos directamente. En la empresa de autofinanciamiento nunca les preguntaron a los distribuidores qué era lo que ellos hubiesen querido; asumieron que por ser distribuidores, sabían exactamente lo que ellos necesitaban.

Novell tampoco investigó con sus clientes-canal si realmente necesitarían capacitación y certificación para la venta del producto, y si esto era lo que para ellos representaba servicio por parte del fabricante. Un error común en el manejo de canales y al personal es tratarlos como si fuesen niños pequeños que no son capaces de decidir por sí mismos. Este error también se suele cometer con los hijos y alumnos. Definitivamente estas acciones repercuten directamente contra la cuarta ley de la gravedad. El canal, empleado, proveedor, hijo y alumno es un cliente que adquiere productos por servicio o precio.

5)   Procuro vender lo que deja más, es más fácil y representa menos riesgo.

La certificación para la venta de productos es un freno para su movimiento masivo, estando en contraposición a la quinta ley de la gravedad porque dificulta la comercialización e implica realizar una inversión que para otros productos no se requiere. Sin embargo, para la venta de productos de estatus, la sofisticación no se realiza en contra de esta ley de la gravedad, porque definitivamente en los 90’s dejaba más dinero vender el Mercedes más barato que el Volkswagen más caro, haciendo que resultase atractivo invertir en la infraestructura requerida.

Sólo en caso de productos que son de "estatus" y cuando no se persigue un gran volumen, se debe restringir la venta para poder justificar el nivel en el que está enfocada la estrategia de comercialización. Nadie compraría un Mercedes Benz, un Rolls Royce o un Piaget en un supermercado. No obstante, el canal para estos productos está dispuesto a invertir en su comercialización, certificándose, adecuando su punto de venta al estatus del producto y a la imagen diferencial que su comercialización debe tener, para no tener el riesgo de enfocarse a un mercado inadecuado. Sin embargo, si Mercedes juega disparejo y decide arbitrariamente otorgar más concesiones de las que la demanda del mercado requiere, los distribuidores empezarán a buscar otro negocio menos riesgoso, utilizando la misma infraestructura que tienen (es más fácil).

Parte del problema es que a los seres humanos se nos olvida fácilmente lo que nos hizo ganar, no sabemos diferenciarlo; pensamos que ganamos gracias a nuestra gran capacidad técnica, de creación de productos o a nuestra gran habilidad de comercialización. En México, Novell ya había tenido la experiencia de falta de venta por exigir la certificación técnica del producto, tratando de comercializar por medio de distribuidores con gran capacidad técnica. La consecuencia fue que el volumen desplazado resultó muy bajo. El vendedor que no ganaba dinero en la comercialización del producto de Novell, le regalaba una copia "pirata" a su cliente, si es que el cliente no deseaba algún otro tipo de sistema operativo de red. El caso es que cuando Novell se dio cuenta de que realmente cualquiera podía instalar y regalar su producto, liberó su venta al canal natural de distribución y en ese momento sus ventas despegaron. ¿Por qué seguir tercos en la tecnificación del producto y limitar su venta? Si el cliente se encuentra con un mal soporte en la instalación, puesta a punto o en la utilización del producto, por causa de quien se lo vendió, ¿dejará de adquirir ese producto o cambiará el lugar de compra?

También es importante tener en cuenta esta quinta ley cuando se define el sistema de remuneración, pues muchas veces éste no está de acuerdo con los objetivos mismos de la organización, o resulta tan "parchado" que dificulta su entendimiento. La meta a seguir al diseñarlo debe ser el balance adecuado entre la utilidad para el vendedor, la facilidad de venta del producto, el riesgo de logro y los objetivos de la compañía, pero siempre tan sencillo que cualquiera pueda entender qué acciones debe seguir para ganar más dinero. Existe el caso de un cliente que tenía un sistema de comisiones tan complejo y despegado de los objetivos que se les exigían a los vendedores, que ni siquiera los gerentes de zona sabían interpretarlo. Se simplificó al máximo, creciendo las ventas en más de un 20% y las utilidades de la empresa en 32%.

6)   La publicidad genera flujo en el punto de venta, no necesariamente la venta de mi producto.

Se le suele exigir a la publicidad una generación de ventas que puede ser que no se alcance, consecuencia de la saturación de información. Es más importante la congruencia de todos los factores que influyen en la venta del producto; si realiza publicidad para generar ventas a su canal de comercialización, debe tener cuidado de que el canal tenga el producto, esté enterado de la promoción, lo demuestre correctamente y tenga utilidades por la venta del mismo. Puede resultar demasiado lógico que el canal debe tener el producto; sin embargo Presidencola realizó una gran cantidad de publicidad, existiendo varios establecimientos comerciales en los cuales el producto no se comercializaba.

Novell lanzó una gran promoción de un aparente buen producto, pero la restricción de su comercialización hizo que el producto no penetrara en el mercado al volumen deseado. Se realizó la publicidad generadora de flujo en los puntos de venta, pero definitivamente ese dinero fue gastado para generar demanda de otro producto que los clientes encuentran fácilmente en su distribuidor de costumbre. Si a un vendedor le llega un cliente preguntándole sobre un producto determinado y en su negociación no lo vende, trata de que el cliente le compre, por lo que le ofrece las ventajas del producto que sí puede venderle; más aún, si ese negocio tiene el logotipo del fabricante del producto que el cliente esta pidiendo y es donde el cliente tradicionalmente ha adquirido esa marca. La publicidad de Novell, al igual que la de la PS/1, logró generar flujo a las tiendas de los distribuidores para que ellos vendiesen otros sistemas operativos y equipos que no eran los que motivaron al cliente a visitar al distribuidor. El hecho de que los clientes acudan a las tiendas no implica que adquieran los productos por los que decidieron ir.

Un ejemplo que viola varias de las leyes, lo tuvimos con un cliente de nuestro “PGV” Potencial Geográfico de Ventas ® Nos encontramos que en la península de Yucatán tenían gran potencial que no estaba siendo satisfecho. La empresa hacía su publicidad a nivel nacional, y localmente tenía espectaculares del producto colocados en lugares estratégicos. Al investigar qué estaba pasando, nos dimos cuenta que diez años antes se había designado como Director de Zona a una persona prepotente con un pésimo trato con los mayoristas. Éstos decidieron dejar de comprarle y recomendar un producto de la competencia. La empresa no se dio cuenta y los volúmenes de venta en la península cada año eran menores. Cuando supimos la causa, investigamos con el consumidor y el producto era prácticamente desconocido, con todo y que se gastaba una gran cantidad de dinero en publicidad. El consumidor, cuando no encuentra el producto en el punto de venta, se vuelve ciego y sordo a la publicidad de dicha marca. Tuvimos que volver a introducir el producto dándolo a conocer a los consumidores, teniendo el producto a consignación en los puntos de venta y con los mayoristas de tal manera de garantizar que cuando el consumidor fuese por el producto, éste estuviese disponible. El Director de Zona violó casi todas las leyes de la gravedad, heredando una zona improductiva a sus sucesores hasta que, gracias al PGV, se descubrió una nueva ruta de crecimiento.

7)   Todos los sistemas y procedimientos se vuelven obsoletos con el tiempo.

Aunque se diseñen planes y estrategias en concordancia con todas y cada una de las leyes de la gravedad, es importante respetar completamente la séptima, pues somos muy dados a resistirnos al cambio y seguir haciendo las cosas como estamos acostumbrados, llenándonos de sistemas y procedimientos obsoletos que lo único que generan es una gran burocracia interna y más sistemas y procedimientos para controlar.

El éxito llega más fácilmente a aquellos que estudian su medio ambiente y que se están actualizando permanentemente, que a los que tratan de aplicar continuamente la misma fórmula que les funcionó tiempo atrás. Hace poco dos grandes y exitosas corporaciones tuvieron que cambiar urgentemente por no haber considerado obsoletos los sistemas y procedimientos que los llevaron al éxito en el pasado. Estos cambios abruptos y urgentes tienen un alto costo tanto material como humano. Se deben conservar únicamente los conceptos que en la mente del cliente nos han llevado al éxito, recordando que se debe al producto y no a la organización; por lo tanto, ésta se debe ir adaptando a las nuevas expectativas de los clientes de acuerdo con la demanda de nuestros productos. La característica principal que se requiere para llegar a un liderazgo excelente es la habilidad para manejar el cambio.

Una de las acciones auto-dirigidas es la eliminación de lo no esencial. La revisión programada y objetiva de cada uno de los sistemas y procedimientos, puede evitar caer en errores que hagan violar las leyes de la gravedad. Se debe preguntar continuamente si lo que estamos haciendo contribuye a las utilidades de la empresa, y qué pasaría si ya nunca se hiciese; todos los sistemas deberían ser nulos y abolidos cada principio de año (procedimientos, formas y procesos) o en el momento en que se encuentre que ya no sirven por el cambio de alguna de las circunstancias que los hicieron existir.

En resumen, estas siete leyes consideran que detrás de todos los elementos importantes de los negocios siempre existe un ser humano, quien interpretará las acciones que se tomen de acuerdo con sus propias experiencias, poder, conocimiento y sentimientos. Este conjunto de características humanas son las que conforman el Capital Intelectual. El enfoque de satisfacer a todos los clientes todas las veces requiere, necesariamente, administrar este capital para que manteniendo la lealtad de los clientes se garantice el crecimiento continuo del negocio y de los individuos que componen el equipo de trabajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente artículo, uno de los mejores que he leído.
Felicidades
Abel Sentíes Noeth