miércoles, 16 de julio de 2014

Trabajo en Equipo

Continuamos con la celebración de nuestros 20 años de servicios, ofreciéndoles este nuevo artículo. Aprovechemos la experiencia que nos dio Alemania en el mundial, de que los equipos son más efectivos que las grandes individualidades.

Decíamos en el artículo pasado que las nuevas organizaciones deben ser sencillas, flexibles y dinámicas compuestas por equipos de trabajo, integrados por seres humanos que quieren desarrollarse y ser responsables. Sin embargo, muchas compañías se han encontrado con que la implementación del concepto de equipos a grandes escalas es extremadamente complejo. Para facilitarlo, hay que aprovechar las tecnologías de información; el mejor diseño de los propios equipos, la participación de sus miembros, los sistemas de evaluación y remuneración; innovar los procesos; convertir los costos fijos en variables; lograr la armonía con los socios de negocio, estimulando la competencia entre iguales; y transformar la cultura organizacional. Para ello, resulta casi indispensable el obtener ayuda externa profesional enfocada en realizar el cambio y estar en constante presión, promoviendo un único enfoque estratégico.

Estamos convencidos que su lectura y la utilización de los aprendizajes del artículo servirán para el crecimiento de sus empresas.



TRABAJO EN EQUIPO

La organización en equipos de trabajo permite que sus miembros ejecuten y se coordinen como los puntos de una imagen proyectada bajo el sistema RGB (rojo, verde y azul). En cualquier momento los componentes se disponen para que el cliente perciba lo que realmente desea percibir; y en otro momento, con el mismo equipo de trabajo dispuesto en otra posición, reciba la imagen que desea en esa específica ocasión. Satisfacer las necesidades de los clientes implica adelantarse a sus expectativas y otorgarles lo que esperan recibir. Una organización con posiciones natural, disponible y oficial, descritas en el artículo “Una Nueva Perspectiva”, juega un papel similar al RGB, permitiendo flexibilidad real para disponer de estructuras de muy bajo costo, enfocadas a la satisfacción de las expectativas de los clientes y sumamente eficientes. Si el cliente quiere ver un atardecer en la montaña, los puntos se disponen en la posición adecuada y la imagen presentada es precisamente esa; y si lo que el cliente desea ver es un amanecer en el mar, la disposición de los puntos es lo único que cambia para otorgar al cliente lo que requiere, logrando la masificación individualizada.

Equipo es un grupo bien definido de individuos que comparten una meta común e interactúan entre ellos para desarrollar su trabajo. En organizaciones jerárquicas, los individuos desarrollan partes de la tarea del grupo; en cambio, los miembros de un equipo construyen relaciones, se comunican, se coordinan e intercambian información y conocimientos entre ellos, generando un nuevo conocimiento común. Un grupo de individuos que simplemente agreguen sus resultados a los del conjunto no es un equipo. En un equipo de trabajo todos son auto empleados, no importa quien sea el que firme el cheque de la nómina. Todos son los presidentes de sus propias compañías de servicios. Todos son responsables, están a cargo y tienen control.

Disolver la burocracia se hace estableciendo redes de trabajo voluntarias dentro de la organización, basadas en equipos que sean creados de acuerdo con las preferencias internas del mercado, de las personas y del mismo equipo. Cada miembro, en un momento determinado, debe poder trabajar para varios equipos, desarrollando sus capacidades y agregándole efectividad a todo el negocio. Los equipos deben funcionar como si fuesen pequeñas empresas interrelacionadas en su conjunto. Desarrollar el Chrysler Neón tomó solo dos años y medio, cuando el mismo proceso, desde la concepción de la idea del coche hasta el lanzamiento en el mercado, solía ser mayor a cinco años. El equipo de trabajo del Neón estaba compuesto por gente emprendedora de diferentes áreas de la Chrysler, facultados todos ellos para tomar sus propias decisiones, bajo el concepto de libre mercado interno. Esta mejora tan dramática en productividad es debido a que en lugar de tener que reaccionar a instrucciones, con las cuales se puede estar en desacuerdo, la gente crea su propio ambiente de negocios, presionando al equipo a incrementar la velocidad de respuesta y teniendo siempre la información necesaria.

Un libre mercado interno de equipos de trabajo refuerza la efectividad, disciplinando las interrelaciones para proveer servicios a otros dentro de la organización, quienes a su vez los utilizan para otorgarle al usuario final lo que realmente desea. Los equipos, entonces, deben estar formados por personal de contabilidad, análisis del mercado, diseño de producto, tecnología de información, mantenimiento, flujo de materiales, distribución, logística, ventas, ingeniería financiera, etc. Cabe aclarar que la mención al inicio del personal de contabilidad no significa direccionar jerarquía alguna dentro del equipo. En caso que se requiriese dar un voto de calidad a alguien dentro del equipo de trabajo, definitivamente este lo debe tener la persona que mayor contacto tiene con el cliente final, siendo normalmente la gente de ventas o mercadotecnia.

Muchas compañías están encontrando que la implementación del concepto de equipos de trabajo a grandes escalas es extremadamente compleja. Existe necesidad de muchos tipos de equipos, algunos temporales y otros continuos, cada uno con un conjunto de requerimientos diferentes y a su vez estableciéndose nuevas tareas, nuevas metas, nuevas interrelaciones y cambiando de elementos. La gente puede pertenecer a diferentes equipos dentro de una misma organización, por lo que peligra la lealtad y puede confundir las prioridades. Equipos en cada nivel de la organización deben coordinarse con otros equipos y, además, crear equipos cuyos miembros sean equipos, mismos que vuelven compleja la tarea del líder. Es también una difícil tarea entender y soportar los requerimientos de comunicación y colaboración de estas nuevas formas de organización.

Tecnología de Información en los equipos
La tecnología de trabajo en equipo ofrece una serie de ventajas que facilitan la implementación del concepto de equipos de trabajo. Una de ellas es la habilidad de trascender en el tiempo y en el espacio, pudiendo estar los miembros distribuidos en diferentes partes del mundo. La esencia de los equipos es que ellos rompen las estructuras organizacionales tradicionales, permitiendo a las personas juntarse de nuevas formas, con estructuras flexibles de comunicación y con mejor coordinación de los esfuerzos individuales. La habilidad de comunicarse directamente con alguien en cualquier otra unidad organizacional, en lugar de atravesar por los canales jerárquicos, ahorra días perdidos de comunicación y reduce los filtros y ruidos que tienden a ocurrir al pasar mensajes entre una persona y otra. Las tecnologías de soporte a equipos de trabajo les proveen de una memoria organizacional, capturando y guardando registros de la comunicación entre los miembros del equipo y otorgando un repositorio de información para documentos compartidos. Como la información está disponible conforme se necesita en la base de “justo a tiempo”, los equipos de trabajo se vuelven más visibles para todos sus miembros y, al incluir nuevos miembros, estos se integran más fácilmente.

Los equipos de trabajo efectivos
Los equipos efectivos alcanzan o exceden los estándares de desempeño de sus clientes; aún aquellos de naturaleza temporal mejoran como unidad de desempeño a través del tiempo, creciendo su habilidad de trabajar juntos en el futuro. Permiten a sus miembros aprender, crecer, experimentar, sentirse bien y desarrollarse profesionalmente; aplican el apropiado nivel y mezcla de capacidades, conocimiento y experiencia a la tarea; aprovechan la estrategia de desempeño apropiada a la tarea, incrementando la efectividad post medida del mismo; existen en una cultura que respeta la búsqueda del conocimiento y la verdad, abierta, con espíritu de ayuda, basada en la confianza, que apoya la toma de riesgo, recompensa la creatividad y estimula la confrontación constructiva y el debate; deben tener claramente establecidos y fácilmente entendibles la visión, misión, roles y responsabilidades con un sentido común de valores y trascendencia; en ellos los reconocimientos y recompensas son determinantes en el desempeño y administración del equipo como un todo. Los más exitosos son los que están orientados a resultados, claramente enfocados y completamente comprometidos con sus metas.

La creación y mantenimiento de un alto concepto propio, tanto del equipo como de sus integrantes, es el mayor arte que puede ejercer cualquier administrador. Para incrementar la eficiencia de los equipos se deben mantener en alto los tres ingredientes básicos de su propia definición:
       El ideal del equipo, que es una combinación de la visión, valores, ética y misión; congruentes y complementarios a los de la organización. Mientras más claros y positivos sean, y cuenten con el compromiso real de la alta dirección, los integrantes  del equipo serán más felices, positivos y tendrán mayor confianza en ellos mismos, al saber con exactitud a dónde se dirigen.
       La imagen colectiva. Una de las principales labores de un líder de equipo es mantener en alto los espíritus de las personas, mediante el continuo recordatorio de lo buenos que ellos son. Esta labor la debe realizar poniendo la mira en los eventos y manteniendo a la gente enfocada en las posibilidades futuras, más que en los problemas del pasado.
       La autoestima del equipo, que es la suma total de los ideales de la corporación, del desempeño actual de la organización y de qué tan bien se siente cada persona al ser tratado por sus superiores y compañeros; la autoestima se demuestra por el optimismo, la energía, creatividad y compromiso.

Cultura Organizacional
La cultura organizacional de equipos de trabajo apoya a los equipos en lugar de a los individuos, y a la colaboración en lugar de a la competencia. Las organizaciones con una distribución equitativa de poder, estables, con reglas conocidas, fluidas y basadas en la experiencia y capacidad para la situación específica a atacar, han creado muchos mecanismos de resolución de conflictos, como parte de su cultura. Esta cultura establece normas que permiten a los equipos discutir y regular sus propias estrategias de desempeño, incluyendo la definición de las mismas normas y de las actividades clave para el desempeño efectivo del equipo. Principalmente las normas son para promocionar el hecho de compartir información, recibir retroalimentación y establecer comunicaciones francas, abiertas y honestas. El éxito de los equipos depende de la buena coordinación de la interacción de los miembros.

Tradicionalmente la gerencia se enfoca únicamente en los resultados, mientras que el proceso y las condiciones de desempeño son enfoques adicionales del equipo y tienen niveles de medidas más efectivos para administrar el trabajo. Los gerentes (o los miembros del equipo en los equipos autónomos) deben continuamente monitorear, evaluar y diagnosticar la efectividad del proceso e intervenir para facilitarlo conforme sea necesario. El diseño del equipo, la organización en la que está inmerso, las tareas a desarrollar, el estilo de liderazgo, las tecnologías empleadas y muchos otros factores son los condicionales del desempeño, los cuales deben ser monitoreados, reconfigurados o mejorados conforme se requiera. La meta del diseño de un buen equipo de trabajo y su administración es crear las condiciones de desempeño que traerán como consecuencia resultados satisfactorios para el cliente y para los mismos miembros del equipo.

La cultura, poderes, normas de comportamiento y estructuras sociales de las organizaciones son los factores dados más importantes. Deben ser diagnosticados y su influencia identificada y acomodada dentro del equipo. Estos factores influencian la efectividad de los equipos y, aunque estén direccionados, no son puntos de medición en el corto plazo porque no pueden ser directamente controlados o cambiados inmediatamente.

Un ejecutivo interesado en la promoción de equipos de trabajo efectivos y de gran desempeño debe proveer los sistemas y procedimientos adecuados para modelar los comportamientos y actitudes apropiadas. El líder necesita estar involucrado en la tarea y demostrar compromiso con la calidad y con los tiempos límites. Los líderes también deben de actuar como facilitadores, promotores de la efectividad del equipo, educando al equipo sobre cómo trabajar colaborativamente, manteniendo a los miembros motivados y comprometidos con la tarea, con el equipo y con el éxito del mismo.

Se incrementa la efectividad de los equipos cuando la organización pone a su disposición la educación o consulta correspondiente al conocimiento, capacidades o experiencia requerida y que no está disponible en el equipo. La organización debe mercadear proactivamente su asistencia y responder a las requisiciones de los equipos.

Uno de los repositorios de información que todos los equipos de trabajo deben de tener es el referente al perfil del equipo, que debe contener la misión, la definición de las tareas, los estándares de desempeño y expectativas, los reconocimientos, las prácticas y procedimientos, los roles, las responsabilidades, y la interdependencia explícita de tareas y, principalmente, el archivo de lo aprendido, siendo esta información accesible para todos los miembros y sujeta a discusión.

Liderazgo en equipos de trabajo
Los líderes orientados a equipos típicamente administran promoviendo el compromiso y la participación, delegando la autoridad, compartiendo la información y ofreciendo confianza y visión. Pueden ayudar al equipo a medir apropiadamente la contribución de los miembros y a ampliar la confianza de compartir el conocimiento y capacidades para garantizar que la apropiada mezcla sea aplicada a la tarea. Pueden facilitar las estrategias de desempeño promoviendo el pensamiento creativo al proveer una fuente objetiva de evaluación crítica. El líder monitorea las condiciones de desempeño, los comportamientos y los indicadores de efectividad del proceso y brinda retroalimentación al equipo. El líder efectivo no microadministra, sino que facilita y faculta en lugar de controlar. En los equipos de trabajo semi-autónomos, el líder ayuda a: establecer la dirección; evaluar el desempeño; disponer de recursos; coordinar la colaboración; desarrollar a los miembros; asumir la responsabilidad; y romper las barreras organizacionales.

Las formas de comunicación electrónica auxilian a los equipos, pero tienen diferentes características que las conversaciones cara a cara, requiriendo de los miembros del equipo escoger la forma adecuada a la situación o, al menos, ser sensitivos a las características de la comunicación electrónica cuando es la única disponible. Se requiere de científicos sociales más que de técnicos como líderes de la implementación de equipos de trabajo, para garantizar que los factores claves de la organización están propiamente entendidos y direccionados. La tecnología es diseñada para soportar estas condiciones.

Implementación efectiva de proyectos de Innovación de Procesos
El diseño de procesos, ya sea en un punto particular o a través de la organización, debe estar enfocado a lograr mejoras drásticas en el valor del negocio y en el servicio al cliente. El entendimiento de las estrategias del negocio y del ambiente competitivo deriva en las metas del proceso de innovación, junto con el entendimiento y habilitación de la tecnología que estimula los esfuerzos de la innovación. Los nuevos procesos deben ser diseñados en sesiones de trabajo con un facilitador, involucrando usuarios del negocio y profesionales técnicos. A diferencia de la reingeniería de procesos, se debe enfatizar en la habilitación de la tecnología como consideración primaria del diseño, en lugar de que el detalle de la implementación sea manejado separadamente durante el desarrollo de la aplicación.

El desarrollo involucrará prototipos previamente estructurados para minimizar el tiempo de desarrollo, garantizando que los requerimientos de cambios sean incorporados en el ambiente de la aplicación de negocios. Los usuarios deben ser parte del diseño de sus propias aplicaciones, utilizando técnicas de modelaje de objetos. Esta participación del usuario le da un entendimiento del potencial de la nueva tecnología y las revisiones del prototipo corren más suavemente.

Teniendo el sistema informático del nuevo proceso, entonces se debe crear una infraestructura tecnológica robusta y escalable para soportar las necesidades actuales y por venir del negocio. Este método optimiza la intercesión de equipos (forma de organización), tareas (procesos) y tecnología (herramientas computacionales) para maximizar los resultados del negocio. La experiencia ha mostrado que los proyectos más exitosos integran estos tres componentes a través del proyecto. Cuando estos esfuerzos ocurren por separado resultan en una sub-optimización, llegando casi siempre a sistemas que nunca son utilizados, procesos que no pueden ser implementados y cambios de cultura que no perduran: los esfuerzos de cambio organizacional tienden a enfocarse en dinámicas de grupo y en "empowerment"; la reingeniería y los proyectos de administración de calidad se enfocan en rehacer los procesos organizacionales; y las iniciativas de innovación de tecnología en lo que es posible en lugar de en lo que es apropiado. En contraste, al utilizar equipos con elementos de las tres disciplinas se integra la gente con los procesos y los sistemas, para crear soluciones de negocios que personas reales puedan realmente utilizar.

Se toma en cuenta el contexto general del negocio como parte de la construcción de la solución; entender el ambiente del negocio y las metas de mejoramiento de procesos. Alinear múltiples actividades que van: desde las orientadas a negocios mediante la innovación de procesos y el desarrollo, a las orientadas a la gente, mediante la administración del capital intelectual; hasta las enfocadas a la tecnología, mediante el desarrollo de sistemas. Todos los elementos claves participan desde el principio en la definición de oportunidades para mejorar y diseñar las soluciones asociadas. Se enfatiza en el papel de los facilitadores de sesión experimentados y de expertos en cada una de las fases del diseño. Con el enfoque de equipos de trabajo los procesos de desarrollo son más rápidos y brindan resultados inesperados. Y, por la misma vía, las capacidades de valor de los elementos del equipo son transferidas y se crea un consenso como un sub-producto natural del proyecto, logrando incrementar el aprendizaje.


Obtener ayuda externa no viciada y darle poder
Las presiones del día con día del negocio en marcha continuamente distraen de lo que se quiere crear. Para realizar el cambio de la estructura burocrática a la de libre mercado mediante el trabajo en equipo se requiere a alguien cuyo papel específico sea enfocar en el aprendizaje del nuevo estilo de liderazgo y recordar que "yo era el problema". Admitir que existe un problema de motivación de los empleados quiere decir que me corresponde a mí hacer algo; la mayoría de las veces la gente es despedida porque sus gerentes se equivocaron. La persona o empresa asesora, encargada de ayudar a realizar el cambio a la estructura de libre mercado, requiere ser externa por varios motivos importantes. El primero es que al ser externo puede tener una visión más completa y no viciada de lo que en la empresa está pasando; dónde están los juegos de poder; cuál es la visión externa de la empresa; y qué es lo que el cliente realmente espera recibir. La experiencia de los consultores externos normalmente ayuda a que puedan desempeñar a la perfección el papel de la posición natural, misma que es indispensable para iniciar cualquier cambio. Al ser externo, su única función dentro de la empresa será entonces ayudar a realizar el cambio y estar en constante presión con todos los miembros internos para que realicen las tareas correspondientes, como puede ser el rediseño de sistemas y procedimientos, la coordinación general, la formación de equipos de trabajo, etc. Su experiencia en equipos de trabajo normalmente es tan amplia que ellos mismos los utilizan para adecuarse a las diferentes necesidades de sus propios clientes.

Se debe también asesorar y apoyar a los ejecutores para el diseño de los sistemas y estructuras cambiantes de acuerdo con las necesidades del cliente, tomando siempre en cuenta que los procesos deben ser simples para que puedan ser ejecutados con facilidad, cambiados cuando se requiera y que no necesiten de "mesas de control". Esta "empresa inteligente" debe ser en la que el proceso continuo de cambio sea una acción auto-dirigida, que las enseñanzas del error sean continuamente digeridas, analizadas, recicladas y transformadas en patrones diferentes de comportamiento que refuercen la dirección estratégica de la organización.

Uno de los principales objetivos de la consultoría externa es ayudar a convertir la gran cantidad de datos que utilizan las organizaciones en información útil para cada elemento de cada equipo de trabajo. Esa información, al ser utilizada, se transforma en resultados y nuevos conocimientos. Esos resultados son en definitiva la ayuda al cliente usuario final para obtener a su vez mayores beneficios, con la utilización de los productos o servicios. La ayuda, al ser profesional y externa, puede proveer a la organización de información de lo que la empresa no puede ver por sí misma ni de su mercado, la llamada “ceguera de taller”. Debe otorgársele el suficiente poder para que nos reenfoque hacia el objetivo cada vez que nos empecemos a desviar y evitarnos tratar de volver a caer en el tipo de estructura burocrática.

Otra de las ayudas que los externos deben brindar es fijar y promover dentro de toda la organización un único enfoque estratégico. Cuando la gente sabe hacia dónde va, se siente segura y está convencida de que sus acciones se deben dirigir a esa meta y que es capaz de ayudar a llegar. El enfoque debe estar dirigido hacia la satisfacción del cliente. Antes que nada, obtener y mantener clientes es la responsabilidad que le pertenece a todos y cada uno de los miembros de la organización. Cada persona, cada día, cada actividad, cada procedimiento, cada proceso deben tener la perspectiva de ¿qué es un magnífico desempeño para mi cliente? A cada miembro de la organización le pertenece la responsabilidad de satisfacer al cliente. Este es el enfoque correcto y único. Tener un enfoque definido hace que la gente se motive y que trabaje en ese sentido. La visión y la estrategia deben ser generalizadas a nivel de corporación; la aplicación de las mismas debe ser en función de cada cliente particular.

Resulta imposible imaginar que alguien pueda desear un cambio cuando siente que las cosas andan bien, por lo que en las empresas no se aceptan los cambios si no se ven los inevitables daños que puede implicar no llevarlos a cabo. En todas las organizaciones, los ejecutores del trabajo son los que realmente se dan cuenta de la necesidad del cambio, mucho antes que la misma gerencia y en la mayoría de los casos la gente tiene la expectativa de que estos se realicen. Casi en cada reunión informal entre el personal de cualquier empresa se puede escuchar lo que debe ser mejorado en los negocios. Es por ello que la participación de los equipos de trabajo en talleres de planeación estratégica es indispensable, pues en ellos se determina en consenso el enfoque del equipo, se toman decisiones en conjunto sobre un muy amplio análisis de su entorno. Es preferible una estrategia imperfecta pero respaldada por la totalidad del equipo de trabajo en consenso, que una estrategia cien por ciento perfecta que no sea aceptada. Estrategia es jugar ajedrez, es llegar al noviazgo, es conocer las reglas del juego, las jugadas tipo, adelantarse al pensamiento del competidor y a las expectativas del cliente, plantear la jugada a mediano y largo plazo, tener paciencia y replantear el juego en cada movimiento, pero siempre con un mismo objetivo a largo plazo. Estas decisiones anticipadas ayudan a la eficiencia general; conocer con exactitud los puntos positivos y negativos del equipo y de su entorno hace que se pueda jerarquizar la acción. Es indispensable en estos talleres también la participación de consultores externos, que jueguen adicionalmente el papel de moderadores y utilicen técnicas adecuadas para llegar a los resultados esperados en el menor tiempo posible. La mejor motivación del equipo es que realmente ellos han participado en la definición de las líneas de acción que se deben tomar para lograr el objetivo general.

Uno de los aspectos más críticos es poder evaluar los productos o servicios de una manera objetiva y ver cómo los consideran los actuales clientes y los que probablemente lo serán. Fácilmente se pierde la objetividad, por lo que resulta necesario que las personas vean con una mirada nueva lo que otros han realizado y viceversa. La elaboración de un programa de identidad en el caso de una compañía, supone de ordinario dar marcha atrás hasta descubrir cuál es el negocio fundamental de esa compañía. Esto significa examinar los planes y programas anteriores para ver qué es lo que funcionó y qué es lo que no dio resultado. La planeación estratégica ayuda de manera determinante a la elaboración de dicho programa de identidad, logrando que todos los miembros de la empresa se identifiquen con él, así como que todas las acciones sean congruentes.

Sin embargo, el objetivo central que debe tener la ayuda externa es atacar en forma radical las dos principales debilidades que genera una estructura de tipo burocrática, que son: la falta de verdaderas sociedades de negocio con proveedores y clientes; y el liderazgo de cada uno de los empleados. Para que la ayuda externa optimice las fuerzas de la compañía es indispensable que se le otorgue el poder necesario que le permita lograr control, flexibilidad, agilidad y bajo costo, delegando la responsabilidad a quien ejecuta el trabajo. Cualquier ayuda externa, sea de consultores, asesores, instituciones académicas, puede estudiar los problemas, ayudar a establecer reglas generales para fijar estrategias, pintar un amplio panorama de oportunidades para el negocio, pero nadie podrá realizar el trabajo por el líder del negocio. Este trabajo es fijar la dirección, valores y aspiraciones de la organización como un todo.

Armonía con los socios de negocios
En una estructura de libre mercado, donde los equipos internos deben competir entre sí para proveer los mejores servicios a sus usuarios internos; los proveedores deben competir entre sí para eficientar el desempeño de nuestra empresa; los canales deben competir entre sí para lograr la real satisfacción de las expectativas de los clientes, la ayuda externa resulta indispensable para determinar las expectativas de todos estos socios de negocios y procurar que se desempeñen en equipos de trabajo multidisciplinarios que incluyan gente suya como propia. Al ser cada quien productivo y eficiente en su desempeño particular y dentro de los equipos que integra, se deriva que en definitiva la empresa no debe competir, ni aparentar competir, con sus proveedores, con sus canales, ni con sus clientes, pues sería no tomar en consideración la primera Ley de Gravedad de los Negocios y perder la ventaja competitiva de la empresa. El ambiente de competencia entre iguales es lo que mantiene a los negocios en armonía y es la mejor manera de obtener utilidades, creciendo continuamente, con mayor velocidad de movimiento cada vez y en permanente vigilancia de la necesidad de cambios. Esto implica nunca tratar de obtener una ventaja desproporcionada a costa del cliente, de los empleados o del proveedor. Esta armonía con los socios de negocios hace que la gente que se encuentra más cerca del mercado, vendedores y compradores, sean los que antes que nadie puedan percatarse de sus tendencias y movimientos, siendo los focos que determinen los cambios.

El pago oportuno a los proveedores y el cumplimiento cabal de lo acordado, evitando los continuos pretextos de la burocracia interna, son el mejor método para realizar las mayores utilidades posibles. Si se trata de "jinetear" el dinero de los proveedores, tarde o temprano repercutirá el costo del dinero en su precio (solamente hacia nosotros), agregándole un factor de contingencia que nos hace quedar en desventaja contra la competencia. Si se hace "tronar" al proveedor, al presionarlo de tal forma que por hacer negocio con nosotros pierda dinero, malgastaremos el aprendizaje que ha tenido sobre nuestras expectativas. Adicionalmente hay que tomar en cuenta que todos vendemos más de lo que compramos, por lo que debemos procurar la protección hacia los proveedores.

Mejoramiento del desempeño
Cada socio de negocio, cada actividad y cada persona dentro de la organización debe forzosamente contribuir a agregar valor real para el cliente último. Una de las grandes ayudas para mejorar el desempeño general de cualquier empresa es, en la medida de lo posible, transformar los costos fijos en variables. Es sorprendente encontrar como los costos fijos en una empresa hacen que ésta se limite, sea inflexible y deje en segundo término el valor para el cliente. Pero a todos nos gusta la seguridad, y la inexistencia de cambios nos la garantiza, aunque siempre tenga un costo intrínseco que normalmente está oculto. Como empleados nos gusta que la mayor parte de nuestra remuneración sea fija en lugar de variable, al ser proveedores nos gusta tener contratos a largo plazo que obliguen a nuestro cliente a continuar pagándonos por siempre; y como canal, nuestra máxima aspiración es que el fabricante, al menos, nos garantice contratos con clientes por el mínimo indispensable para nuestra subsistencia. El éxito en los negocios dinámicos debe radicar en la utilización de la libertad de los individuos para el mejoramiento del desempeño total, sin aceptar como un hecho fijo las restricciones. Todos tratamos de imponer nuestras limitaciones para que el otro tenga que pagar por ellas. La libre competencia hace que la eficiencia, el crecimiento y desarrollo personales y de los equipos generen mejores formas de vida para nuestros descendientes.

La independencia política inicia a partir de la independencia económica, por lo que para que el cliente sea realmente el jefe, es él quien debe decidir los ingresos personales y no el jefe organizacional. El sistema de remuneración debe ser función de las mediciones de desempeño enfocadas en la satisfacción del cliente. El principio de la evaluación es que al inicio de cada período a medir, cliente y proveedor (equipo de clientes con equipo de proveedores) se sienten a definir el desempeño que se espera y determinar el avance que se debe lograr en dicho período.

Se debe iniciar el ejercicio de evaluación de manera interna, ya que todos desempeñamos el papel de cliente y proveedor. Esta evaluación resaltará el hecho de que cada quien espera de los demás diferentes cosas, de acuerdo con sus necesidades, por lo que forzosamente debemos ser diferentes con cada uno de nuestros clientes ya sean internos o externos. Tanto al realizar la evaluación como al exponer las necesidades se debe ser muy claros y objetivos para que los que desempeñen el papel de proveedores (internos o externos) entiendan con exactitud lo que se espera de ellos y lleguen a un acuerdo de lo que se puede lograr, adaptándose a las necesidades reales de los clientes. La evaluación total de cada uno de los proveedores debe ser congruente con el sentimiento de satisfacción sobre su desempeño. En el caso que calificaciones y sentimientos no sean congruentes, se tiene que redefinir lo que se espera de dicho proveedor y hacérselo saber de inmediato. La participación de los equipos de trabajo en las evaluaciones internas es crucial, ya que al realizar la exposición de los resultados en equipo se logra mayor aprendizaje y equilibrio de poderes.

Es evidente que existen logros a nivel compañía, equipos de trabajo e individuales, por lo que cada miembro de cada equipo tendrá diferente remuneración. Lo más equitativo y justo resulta que el equipo en su conjunto defina las reglas del juego para repartir la remuneración individual de cada miembro. La teoría se ve fácil, sin embargo el cambio cultural es radical: pasar de no tomar decisiones a tomar decisiones; de ejecutar órdenes a ser responsable; de vivir bajo la comodidad y seguridad de un salario fijo y casi independiente de mis acciones a tener que repartir lo cosechado en forma justa. La recomendación es ir estableciendo poco a poco remuneraciones en conjunto para que el equipo de trabajo decida la forma de reparto. Es importante la participación del líder estratégico como moderador para la definición de las reglas y servir de enlace con la empresa para la obtención de información precisa, veraz y oportuna con el correcto monitoreo de los logros generales e individuales del equipo.

Similar al efecto causado en el sistema de "no cancelaciones de tarjetas de crédito", explicado en el segundo artículo de esta serie, en el cual el personal puede diseñar en el momento un ofrecimiento único, la evaluación de desempeño se convierte en una excelente herramienta para el manejo diferencial por cliente: términos y condiciones, precios, disponibilidad, servicios, soporte, color, forma y, en general, cualquier atributo de valor para el cliente del producto-servicio a comercializar.

Existen clientes con los que rara vez tenemos contacto, y son los accionistas de la empresa. Su satisfacción depende del cumplimiento de los objetivos fijados, mismos que al final de cuentas son logrados al tener un buen nivel de satisfacción de los clientes finales. La evaluación del desempeño desde el punto de vista de los accionistas está reflejada principalmente en la información financiera, misma que el equipo de trabajo y los individuos en particular deben de poder manejar, sabiendo el resultado de sus acciones en tiempos reales.


La evaluación de cada integrante del equipo, entonces, tendrá tres componentes: las evaluaciones de sus clientes internos; las de los clientes externos; y el logro de los objetivos de utilidades y de ventas durante el período de evaluación. De esta forma se fomenta la ocupación de toda la empresa en la satisfacción del cliente externo y la labor de equipo. Al saber con exactitud lo que se espera de cada quien en particular, del equipo de trabajo y de los proveedores, se puede incrementar la eficiencia operativa. Esta expectativa permite definir la estructura necesaria para satisfacerla, puesto que define en concreto las funciones que cada miembro y cada equipo deben desempeñar. Con las funciones se pueden detectar los sistemas requeridos para la obtención de información y los procesos que realmente son indispensables para el mejor desarrollo del trabajo, así como las decisiones que se deben tomar anticipándose a los riesgos que cada quien debe correr. Los sistemas de apoyo deben ser lo suficientemente dinámicos que permitan los constantes cambios para satisfacer las necesidades de toda la cadena de valor, desde el proveedor hasta el usuario final.