martes, 25 de marzo de 2014

Capital Intelectual

Compartimos con nuestros clientes y amigos la tercera rebanada del pastel para festejar nuestros 20 años de servicios.

En esta ocasión hablamos del activo más importante de cualquier organización: los individuos que la integran. Administrar y desarrollar las capacidades de las personas es un reto que por más que avanzamos, seguimos teniendo pendiente. Si lográramos dirigir un equipo compuesto únicamente por líderes, el crecimiento de la organización y de cada uno de sus individuos sería realmente espectacular.

Es por ello, que consideramos que nuestra principal tarea es mejorar continuamente en el desarrollo del Capital Intelectual. Como una base, en este artículo queremos transmitir nuestro conocimiento obtenido en la experiencia de poder servir a clientes deseosos de seguir creciendo.

Como es nuestra tradición, en el artículo también resaltamos en amarillo lo que consideramos pudiese ser un resumen ejecutivo. Sin embargo, por la importancia del tema, recomendamos su lectura completa.


CAPITAL INTELECTUAL

La dirección empresarial se refiere principalmente a la administración de gente, al buen manejo de equipos de trabajo realizando labores en conjunto, al logro de los deseos particulares de cada individuo y a la optimización de experiencias individuales. Esto ha sido una realidad en todos los tiempos, pero hoy esta buena administración se hace indispensable y es el elemento esencial para la supervivencia en el futuro. Tenemos que tomar en cuenta que tanto clientes, accionistas, proveedores, alumnos, maestros, hijos, padres y empleados somos seres humanos y que por lo mismo queremos ser tratados como entes únicos y que, aunque a veces no nos demos cuenta, nos gusta más crecer profesionalmente que conformarnos con la comodidad de la irresponsabilidad. La verdad es que los negocios son las personas.

Para poder administrar correctamente el capital intelectual, las principales características que debemos conocer del ser humano son las siguientes:
       Para poder retomar el gusto por la responsabilidad se requiere tener los estímulos, sistemas, procedimientos, comunicación, lealtad y ambiente adecuados, aprovechando el deseo de la mayoría de los seres humanos de ser parte activa de un equipo triunfador.
       Todos sabemos qué queremos de los demás y cómo lo deseamos, pero normalmente desconocemos lo que de nosotros se espera y por lo mismo no sabemos cómo responder, por lo que resulta indispensable mantener un excelente canal de comunicación siempre abierto.
       La excelencia es tan relativa que sólo se puede medir por medio del reconocimiento ajeno pero, a su vez, cuando se logra crea un compromiso de superación.
       Cuando se desarrollan personas de calidad total, ellos entonces desarrollan la compañía.
       Las organizaciones de alto desempeño y altas utilidades son aquellas en que la gente ríe y bromea junta; por lo que la responsabilidad más importante que un ejecutivo tiene es asegurar la armonía y felicidad entre la gente de la cual es responsable, creando un clima de optimismo, entusiasmo y alta moral.
       El mejor motivador que lleva al crecimiento es el triunfo, porque ganar refuerza al individuo.

Se cuenta con un gran capital intelectual

El valor que cada persona tiene en su interior es el mayor capital con que cuentan las empresas, pero normalmente ha sido desperdiciado y menospreciado, haciendo que quede oculto aún para el mismo interesado. El principal problema para el desarrollo de este capital intelectual está en la forma de percibir a las personas y su trabajo, por lo que se han realizado sistemas y procedimientos diseñados exclusivamente para que la gente no cometa errores y consideran al trabajo y al puesto de trabajo como algo que debe ser llenado por un algo y no como una actividad que va a ser desempeñada por un ser humano único e irrepetible. Uno debe convencerse y creer firmemente que los demás están tan interesados en el éxito de la empresa como lo está uno mismo. Después de todo, el futuro de cada uno de los que labora en la compañía depende del éxito de su departamento y de su empresa como un todo.

Suele parecer que cuando más se necesitan los talentos quedaron desperdiciados y enterrados en el olvido, aunque los "recursos humanos" con los que una compañía cuenta puedan:
        haber sido cuidadosamente seleccionados;
        haber participado en, al menos, un programa de inducción a la empresa y su entorno, a la utilización de los productos y herramientas y enfocado a la satisfacción de las necesidades de los clientes;
        contar con un cúmulo de experiencia, haber participado en diversos programas de entrenamiento, tanto técnico como administrativo y gerencial; y
        tener buena disposición al cambio gracias a la naturaleza de los productos y servicios que la compañía comercializa y a la constante dinámica de los negocios.

Dejar al descubierto y desarrollar estos talentos escondidos realmente resulta en beneficio general para el individuo, para la empresa y para su entorno. Cada vez son más las empresas que reconocen esta fuerza y otorgan premios e incentivos a los empleados que aportan ideas dignas de ponerse en práctica, aunque éstas no lleguen a cuajar. En Japón es común la participación de todos los empleados; empresas americanas como Dell o 3M han sustentado parte de sus éxitos en las buenas ideas del personal. De hecho, en 3M los empresarios internos generan tal cantidad de nuevos productos que el 30% de sus ventas provienen de productos innovados dentro de los últimos cinco años. La compañía cuenta con un catálogo de más de 60,000 productos que se sigue incrementado.

Cada individuo de la organización debe ser un emprendedor. Ser innovador no sólo es tener creatividad, pues en cualquier compañía los individuos generan más ideas de las que son capaces de implementar. ¿Cuántos proyectos están arrumbados en los archiveros de las compañías sin que se hayan siquiera iniciado? La innovación depende de que las personas enfoquen su trabajo como si fuesen dueños del mismo, aunque trabajen en una gran empresa. De esta forma, el individuo es un empresario que labora en un equipo de trabajo que a su vez es una empresa, que se integra en un equipo de equipos formando otra empresa, hasta llegar al conglomerado empresarial. Existen desde luego decisiones que deben ser tomadas por quien tiene el liderazgo general, el dueño de toda la responsabilidad, y éstas son las que se refieren a la estrategia del conglomerado, contando con la participación del equipo formado por los líderes estratégicos y otorgándole el mayor valor a la información y decisión del contacto más cercano al cliente usuario final. Las decisiones de la cabeza siempre tendrán que ver con el rumbo y enfoque general del conglomerado, así como del desarrollo del capital intelectual que compone su equipo de trabajo. De esta forma, el dueño de toda la responsabilidad se convierte de "jefe" o "patrón", en líder, el cual es seguido por convencimiento y auto compromiso. Esto requiere que la gente que ejecuta el trabajo es quien debe tomar la responsabilidad de mejorarlo, usando toda la información y experiencia que posee. Ver a cada usuario, compañero y, en general, cliente interno o externo como si fuese un valor de retroalimentación por nuestros servicios.

Todas las actividades de la empresa deben estar enfocadas a servir al cliente usuario, por lo que hay que tener cuidado de no desperdiciar tiempo en cuestiones de organización interna o burocratismo. El exceso de personal, en lugar de tener sólo el indispensable, hace que necesariamente se incremente el burocratismo y con él los controles internos. El experto en satisfacción del cliente es el cliente, no el jefe. La tarea del líder es crear el ambiente en el cual los individuos establezcan las mediciones con sus clientes. Se deben determinar en conjunto cuáles son los parámetros y objetivos de un magnífico desempeño, y estar seguro de que todo el personal se dirija hacia ellos, fijando los estándares entre los trabajadores y los clientes con números medibles. Las mediciones son una herramienta poderosísima cuando éstas se establecen entre los trabajadores y clientes. De esta forma, cada cliente nos dirá exactamente qué es lo que espera de nosotros, y conociendo así sus necesidades reales, no invertiremos en asuntos de poca o nula importancia en lo que a satisfacción de los clientes se refiere.

Todo el personal debe saber exactamente qué es lo que se espera de él, cómo se va a medir y la medición de sus resultados en tiempo casi real. El trabajo del líder es ayudar a las personas (no a los "subordinados") a establecer sus propias mediciones en conjunto con sus clientes y, a partir de ellas, cambiar los sistemas para que éstos permitan ser más efectivos.

Este potencial de capital intelectual con el que cuentan las empresas se debe facultar para que se adueñen de sus responsabilidades, enfocados en la satisfacción de sus clientes y medidos por estos mismos clientes en el desempeño de sus actividades. Ya no debe resultar válido cancelar una cita con un cliente porque nos llamó a una junta el "jefe" del "jefe" del "jefe", y es quien decide el sueldo.

Liderazgo centralizado
"Si crees que tienes un buena idea, ¡pónla en práctica!".

Bajo el liderazgo centralizado la gente sólo hace lo que el jefe quiere que haga. Si el jefe quiere jugar el papel de cabeza, los empleados realizan a la perfección su papel como miembros de la manada. Nunca aprenden a cuidarse a sí mismos, puesto que el jefe cuida de ellos. El error está en la forma de pensar del jefe. Este enfoque de delegación no funciona, puesto que sólo se delega el trabajo y se le da seguimiento, pero el jefe continúa tomando todas las decisiones. La gente rápidamente aprende a realizar las cosas "a la manera del jefe".

El más grande obstáculo para el éxito es la imagen del centro de poder del jefe, en la que todos los empleados están siempre esperando pacientemente por el líder para que les ordene qué hacer. Hay que cambiar las imágenes para crear una clase diferente de líder; de tal forma que cualquiera pueda ser líder y sepa cuándo debe serlo, partiendo de los siguientes principios de liderazgo:
        Los líderes transfieren la pertenencia del trabajo a aquéllos que lo ejecutan.
        Los líderes crean el ambiente para la pertenencia, de tal manera que cada persona quiera ser responsable.
        Los líderes asesoran y apoyan en el desarrollo de las capacidades personales.
        Los líderes aprenden rápido por sí mismos y otorgan soporte a otros para que también aprendan rápido.

Y teniendo continuamente presente que:
1.      En muchos casos "yo soy el problema".
2.      El cliente es el jefe, no el jefe organizacional interno.
3.      Se debe pensar estratégicamente. Empezar a ser lo que se debe ser para los clientes (internos y externos) y entonces guiar hacia la dirección correcta.
4.      Es necesario practicar el estilo de liderazgo del capitalismo intelectual. Crear las condiciones bajo las cuales los dueños del capital intelectual (el personal) puedan asumir responsabilidades para satisfacción de sus clientes. Cada uno debe ser líder, antes de que exista un liderazgo efectivo en la nueva organización.
5.      Liderazgo es aprendizaje. Comprender que aprender rápido es la fórmula de la sobrevivencia, y que aprender no quiere decir almacenar información. Maximizar el aprendizaje de cada uno es la clave para el éxito de la organización.

En este mundo de capitalismo intelectual el mayor reto que nos podemos encontrar como líderes es lograr que la gente se olvide de lo que toda la vida ha aprendido sobre cómo eludir las responsabilidades y aprenda el nuevo comportamiento de "Yo soy responsable", "Yo soy emprendedor". Sin embargo, no es cuestión de usar el autoritarismo para abdicar. Si autoritariamente se delegan las decisiones, entonces los subordinados piensan más en cuál es la decisión que tomaría el jefe en esa circunstancia, en lugar de pensar en la mejor decisión que ellos podrían tomar, siendo que en realidad quien ejecuta el trabajo es quien más información tiene sobre el mismo. Para pasar de sentirse impotente a ser un ejecutivo poderoso se tiene que redefinir la situación de tal manera que se pueda tener influencia y control. Hay que aprender a transformarse de víctima a responsable auto preguntándose ¿Qué estoy haciendo o dejando de hacer que causa la situación que no me gusta? El concepto de amo-esclavo debe terminar. Dado que el ambiente es dinámico y ha cambiado debemos desarrollar nuevas reglas para responder a la nueva era que nos ha tocado vivir. Los líderes de una organización son responsables de crear el ambiente que permita que cada persona tome las responsabilidades de su propio desempeño, tomando en cuenta que trabajar en equipo implica necesariamente turnarse el liderazgo.

Para poder mejorar el desempeño lo más importante es saber lo que el cliente piensa que está comprando y lo que le molesta, tanto nuestro como de la competencia. La forma de saberlo es preguntárselo y escucharlo; siendo la persona idónea para hacerlo quien está en mayor contacto con él. Hay que dejar de asumir lo que el cliente piensa y presumir el uso del producto, error cometido normalmente cuando las decisiones son tomadas en la cabeza organizacional. Se necesita estar bien informados, por lo que es conveniente rastrear toda aquella información de lo que creemos pueda afectar a nuestra industria en un futuro y tener reuniones periódicas para intercambiarla, generar hipótesis, confirmarlas con los clientes y decidir el cambio. Todos en la compañía deben estar enfocados en identificar las demandas y necesidades futuras de los clientes, de tal manera que estén preparados cuando el futuro se vuelva presente. Es imperativo confrontar a las personas directamente con las realidades del mercado; es una equivocación protegerlas de las verdades económicas.

Los individuos solemos ser más exigentes con nosotros  mismos que lo que pueda ser cualquier "jefe", por motivador que sea. Las personas auto-dirigidas trabajan mejor que las que son controladas por sus "superiores".

La responsabilidad del desempeño debe ser del ejecutante

Para lograr el éxito en la organización de hoy se requiere que las personas quieran tener la responsabilidad de su propio desempeño. Existen dos dueños de la responsabilidad: quien ejecuta el trabajo correspondiéndole la del desempeño; y el líder, quien debe facultar al individuo para que  acepte su propia responsabilidad. Se faculta proactivamente: preguntando, organizando información para confrontar a la gente con la realidad, juntando a clientes y ejecutores a discutir los estándares del desempeño y a retroalimentar sobre el desempeño actual contra el estándar. Los líderes también tienen que dar soporte a las personas en sus necesidades y estar atentos para asesorarlos y ayudarlos cuando ellos estén preparados para aceptar y ejecutar sus responsabilidades. Los líderes no sólo pasan el balón y se marchan. Eso no es liderazgo, es abdicación. Como líder, mientras más responsabilidades se transfieren, más se poseen a la vez. La conversación es el vehículo utilizado para desarrollar la pertenencia; puesto que la mejor forma de comunicación no es en definitiva la escrita, ni tampoco pasar mensajes como si se lanzara un recado o una orden. En cada situación posible hay que enfocar las conversaciones en el aprendizaje sobre desempeño.

Para el líder facultar implica determinar la dirección, remover los obstáculos y desarrollar la pertenencia, pero teniendo cuidado de no conferir beneficios, aceptar que existen los errores y promover el aprendizaje a partir de los mismos; no se debe confundir con paternalismo. Se puede formar el "Club del Error del Mes", que estimule las discusiones sobre los errores cometidos y motivando el aprendizaje sobre ellos. Se debe exigir que cada quien realice su mejor esfuerzo, incluyéndose uno mismo. Lo único que vale la pena es lo que sentimos que nos ganamos mediante el trabajo; resulta sumamente difícil valorar lo que no nos ha costado. Adicionalmente, exigir el mejor esfuerzo es la única manera de estimular las acciones correctas auto-dirigidas.

El primer obstáculo que se debe eliminar para que la gente desee ser responsable es la definición del plan de carrera del personal, tomando como base lo que se espera de cada puesto y no lo que la persona siente que le puede ayudar a mejorar su desempeño. Se debe delegar la responsabilidad del propio plan de carrera apoyado por sus equipos de trabajo quienes, al conocerlo, podrán aportar ideas que lo mejoren y poner a disposición de los individuos los recursos necesarios para que lo puedan implementar. Este debe ser el principio de erradicación del concepto "amo-esclavo" y "padre-hijo", facultando (asesoría, preguntas y respuestas, entrenamiento, dirección y poder) para que cada quien asuma su responsabilidad, tome sus decisiones y evalúe sus riesgos; principalmente en lo que se refiere a su desarrollo personal y profesional y no subvaluando a la gente de acuerdo con la visión particular del jefe, similar a la de los padres de familia que deciden la carrera profesional del hijo. Paradójicamente, las épocas de recesión y crisis son las mejores para que la gente se capacite, teniendo la ventaja adicional de que esta actitud de desarrollo será vista como un símbolo de confianza en los individuos, en la compañía y en el futuro. En las organizaciones las personas obsesionadas con el aprendizaje son las que tendrán éxito.

La información otorga poder al equipo

Para poder asumir una responsabilidad y compartir los esfuerzos con los otros integrantes de un equipo de trabajo, es indispensable contar con información veraz y oportuna. Sin embargo, uno de los grandes obstáculos es el mal direccionamiento de la información; se mejora cuando se clarifica quién necesita que información. Resulta común querer bombardear con correos electrónicos a todo el entorno de la empresa (personal, proveedores, clientes), resultando ser la mejor manera de mantener desinformado. No hay nadie mejor que el interesado para saber qué información y control de la misma necesita. La tarea del líder es enfocar a quienes usan la información y ayudarlos a desarrollar el sistema que les permita obtener la que necesitan. Se requiere contar con información del presente que incluya datos de tendencias para ayudar a todos los miembros a planear lo que hay que implementar a largo plazo. Hay que desarrollar una buena "biblioteca" de información de fácil acceso para todos y cada uno de los miembros de la organización, de tal forma que se optimice la utilización del capital intelectual al procesarla en lugar de almacenarla. Las computadoras hacen accesibles datos a cualquiera; sin embargo, la información es muchísimo más que un conjunto o serie de datos, porque incluye entradas de juicio y parámetros subjetivos que hasta pueden estar ocultos en el cerebro. Precisamente por ser la información mucho más que la conjunción de los datos es que en las organizaciones se requiere descentralizar el acceso a los mismos para lograr que los equipos de trabajo sean más eficientes. Al dejar de utilizar la tecnología de información como un mecanismo de control que encarcela la libertad de actuar, se permite a los individuos crecer al aportar su juicio y experiencia al buen desempeño del equipo de trabajo.

Las noticias, sean buenas o malas, deben comunicarse siempre al momento de conocerlas. Posponer los problemas no los resuelve y, sin embargo, tener las noticias en forma directa y oportuna da confianza a las personas. No importa qué tan malas sean la noticias, siempre serán menos malas de lo que el personal se imagina. Es una realidad que cada individuo conoce, aunque sea instintivamente, la situación económica de la empresa y de su grupo de trabajo. En el negocio de distribución de computadoras de uno de los socios del despacho, el contador de la empresa se sorprendía que tanto él como la mayoría del personal sabían con bastante exactitud si en determinado mes se habían o no generado utilidades; y más aún, con una precisión mayor al 90% la gente sabía cuál era el resultado neto de los ingresos, incluyendo notas de crédito y descuentos. Es entonces un sinsentido procurar ocultarle a los empleados la información financiera y mantener centralizado el control y responsabilidad de la misma. La información financiera refleja la situación de la empresa. Hay que concientizar a los colaboradores sobre el valor de las mediciones financieras e informarles del resultado de sus acciones, hay que hacerlos responsables. La clave para la salud financiera es tener a cada persona tomando decisiones financieras como si fuese su propio dinero sacado de su cuenta de banco. Esto adicionalmente le otorga confianza a los individuos, le imprime velocidad a las decisiones, ayuda al desarrollo de la pertenencia de la responsabilidad y, aunque perezca incongruente, disminuye las posibilidades de fraude. La centralización de la responsabilidad y control del efectivo de las empresas es un proceso ineficiente y costoso. El éxito real está en ganarle a la competencia en la satisfacción de los clientes, para lo cual resulta indispensable que quien maneje la responsabilidad del negocio también maneje la responsabilidad financiera del mismo. Resulta importante que los reportes financieros enseñen todos los días las consecuencias financieras de sus decisiones. De esta forma se ven a sí mismos como el instrumento de su propio destino. Los números a monitorear semanal y mensualmente son: la razón circulante, el flujo de efectivo actual y proyectado, los egresos entre monto de pedidos, las cuentas por cobrar y las ventas entre capital de trabajo (activo circulante menos pasivo circulante), enseñando a todos los miembros del equipo lo que cada una de estas razones financieras representa y los valores objetivo del equipo de trabajo. Al delegar a los ejecutores la responsabilidad financiera de sus acciones y proveerlos de la información generada se evita la tradicional maquillada de información que existe en todos los corporativos.

Ocuparse de los asuntos con información y poder

La acción es la clave. Muchas situaciones exigen tomar acción aunque no se tenga claro el resultado. Hay que tener a la persona correcta realizando el trabajo correcto, y para lograr el éxito todos tenemos que ver cualquier cosa como una oportunidad que debemos afrontar, contando con la información necesaria y teniendo el poder requerido para su ejecución.

La primera acción en cualquier situación es la toma de decisiones, por lo que como líder se debe fomentar, respetando sobre cualquier otra idea, la razón de quien desempeña la operación. El mayor cúmulo de información formal e informal, consciente e inconsciente, sobre un área específica, la tiene sin lugar a dudas quien ejecuta esa operación, aunque el jefe anteriormente hubiese desempeñado a la perfección ese mismo puesto. Quizás a veces las personas no puedan o sepan cómo explicar sus razones, pero el beneficio de la duda se le debe otorgar a ellas, no al líder, quien debe permanecer más abierto que el ejecutor, cuando normalmente sucede lo contrario. Para poder tomar buenas decisiones, mejores que las que tomaría la cima de la organización, se requiere poseer la información y tener el poder. Ser líder implica asumir riesgos, que es lo que puede diferenciar a un líder del que no lo es. Los riesgos son inherentes a la vida, hay que calcularlos, conocerlos, aceptarlos, asumirlos y aceptar el riesgo de fallar, sin confundirlo con el miedo de fallar. El principal riesgo, entonces, que debe asumir el líder es la delegación de la toma de decisiones. Trabajar debe ser el placer de hacer lo que uno tiene que hacer, y para que realmente sea un placer, se debe evitar que las personas se quiten el cerebro en las mañanas para ponerse un casco programado por el jefe, pues es lo más desmotivante que puede pasarle a un ser humano. El jefe nunca tiene la razón en mi área de operación, por lo que como soy quien ejecuto debo discutir mi razón, defendiéndola sobre cualquier argumento, abierto a cualquier posible idea que mejore mi forma de desempeñar mi trabajo. El subordinado suele darle la razón al jefe, pues al final de cuentas es él quien decide su remuneración y como para todos, "cliente es aquel quien decide pagar o no pagar, quien saca de su bolsillo el dinero a cambio de los servicios o productos". Al continuar siendo el jefe organizacional quien decide las remuneraciones de los subordinados, seguirá siendo el único cliente, por más filosofía que se trate de inculcar de que el cliente tiene la razón. Si es difícil como líder renunciar al placer de "meter las manos", es más difícil aceptar la responsabilidad de los errores del seguidor y otorgarle a su vez reconocimientos por sus éxitos.

Cada persona debe ser responsable de sus propias decisiones; los problemas los debe solucionar siempre el responsable de ejecutar el trabajo y aprender de los errores. Hay que advertir que cuando el ejecutante busca que sea el líder quien le de la solución del problema, solamente está demostrando que no sirve para desempeñar esa posición dentro del equipo de trabajo. Sin embargo, siempre es permisible tener dudas y para solucionarlas se debe:
1.      Buscar la información que pueda ayudar a disipar la duda.
2.      Dar prioridad entre las opciones encontradas de acuerdo a costo/efectividad o urgencia.
3.      En muchas ocasiones se requiere de más de una idea, comentario o información para poder disipar la duda.
4.      El líder siempre debe estar dispuesto a ayudar a disipar las dudas, haciendo que se presenten varias opciones de solución a las mismas, tratando de no influir para que se decida en la que él piensa que es la mejor.

Como líder se debe otorgar poder, creer en la inteligencia de cada uno de los miembros del equipo de trabajo, desarrollar las habilidades de servicio y de solución de problemas, y delegar la responsabilidad del trabajo; permitiendo y casi estimulando que los individuos comentan errores, pero exigiendo que se obtenga siempre un aprendizaje del error por parte de todo el equipo.

Esto implica que tanto los individuos como las organizaciones se deben anticipar y desarrollar el cambio, cometiendo errores y aprendiendo de ellos. Se requiere que las personas que realizan el trabajo tomen la responsabilidad de mejorarlo, utilizando toda la información y experiencia de que puedan disponer. Los equipos de trabajo, entonces, ayudan a acumular ideas, información y experiencias con una buena comunicación. El mejor ejemplo que podemos tener de esta generación del cambio es la de 3M, mediante su diversificación por medio de las ideas de sus empleados.

La confianza incrementa la eficiencia. Tener confianza tanto en uno mismo como en su equipo hace que realmente el trabajo sea un placer, mismo que mantiene motivados a los individuos permitiéndoles éxitos tras éxitos. El éxito refuerza al individuo, por lo que la serie continua de éxitos (no sin errores) incrementa a su vez la eficiencia de todo el equipo de trabajo, llevando a sentirse cómodo al utilizar el poder otorgado para ocuparse en satisfacer a los clientes. Desgraciadamente, lo contrario también es cierto: perder continuamente o sentirse "ninguneado" o incapaz, hace que se pierda la confianza en sí mismo y el trabajo sea una tortura.


En conclusión, para poder tener éxito en esta sociedad del capitalismo intelectual se requiere tener la flexibilidad de adaptar las organizaciones y comportamientos para satisfacer las necesidades de la gente y no al contrario. Esto no  significa el tradicional reconocimiento al final de los reportes anuales de las organizaciones, en el que reiteradamente se menciona al personal como el activo más importante de las empresas. En el grupo Alfa en 1981 se mandaron imprimir fólderes en los cuales estaba impreso el logotipo del grupo con figuritas humanas, recordando que el personal era el activo más importante. En ese mismo año fue el despido masivo más grande del grupo regiomontano. La adaptación de las organizaciones se refiere a permitir, motivar, responsabilizar y, en general, facultar a los individuos de la empresa o equipos de trabajo para que en lo particular desarrollen su liderazgo, adueñándose y arrebatando la pertenencia de su responsabilidad. De ser así, no es necesario publicarlo en ningún documento.

¿Cómo medirás tu vida?

Para esta ocasión hemos escogido sintetizar el libro: "How will you measure your life?"escrito por Clayton M. Christensen.

Aunque aparentemente el libro trata de un asunto de crecimiento personal y filosófico, tanto el autor como los coautores son profesores de Harvard y han sido consultores de empresas. Clayton también fue el ganador en 2011 del premio "Thinkers50 Innovation Award".

El libro plantea una serie de teorías de administración que han demostrado ser efectivas en empresas para lograr el éxito. Estas mismas teorías pueden, y deben, ser aplicadas en forma personal, para lograr el objetivo que en el fondo todos estamos buscando: ser felices en nuestras vidas.

How will you measure your life?

Síntesis y traducción de Carvallo Consultores al libro escrito
por Clayton M. Christensen en conjunto con
James Allworth & Karen Dillon

El poder de las teorías en nuestras vidas
Las personas suelen pensar que la mejor manera de predecir el futuro es coleccionando cuantos datos sea posible para tomar una decisión. Eso es como manejar viendo sólo por el espejo retrovisor, porque los datos disponibles son únicamente del pasado. Mientras que la información y experiencia suelen ser buenos maestros, hay ocasiones en la vida en las que simplemente no sirve aprender algo por haberlo realizado. Es entonces cuando las teorías pueden resultar muy valiosas; explican lo que ocurrirá, aún antes de la experiencia.
Lo que nos mueve
Lo que nos hace movernos es el balance entre dos factores, los incentivos y la motivación, lo que permite que amemos y odiemos simultáneamente un trabajo. En el primer lado de la ecuación están los factores higiénicos, que si no están presentes, nos causará insatisfacción; pero no por estar presentes amaremos nuestro trabajo. Estos son los incentivos económicos, el estatus, la compensación y la seguridad. Lo que nos hace amar lo que hacemos son los motivadores, que incluyen: el reto, el reconocimiento, la responsabilidad, el logro, el aprendizaje, ser un jugador clave de un equipo y el crecimiento personal. Sentimientos de que estás realizando una contribución significativa.
El balance entre lo calculado y lo casual
En los 60`s, Honda decidió incursionar en el mercado americano de motocicletas, dominado principalmente por Harley-Davidson. Su estrategia deliberada fue entrar con motos similares, a mitad de precio. Fallaban por las grandes distancias de EUA, y los distribuidores no tenían la capacidad de arreglarlas, por lo que se enviaban a Japón, a un alto costo. Simultáneamente, envió a Los Ángeles unas cuantas motos pequeñas, las Super Cub, que se usaban en Japón para entregas en caminos rurales. Un día, un comprador de Sears le solicitó a un empleado ponerla en el catálogo. Las Super Cub se vendieron a un nuevo grupo de compradores mucho más grande que los tradicionales, y el resto es historia. Honda cambió su estrategia deliberada por la emergente de las Super Cub.
Los problemas y oportunidades no previstos en las estrategias deliberadas, hacen que pueda emerger una nueva estrategia mejor que la original. El éxito consiste en estar atento a las oportunidades que van emergiendo y saber cuáles pueden llevar al logro del objetivo último, que en el caso como persona es satisfacer los factores higiénicos haciendo lo que nos hace felices.
Tu estrategia no es lo que dices que es
Puedes decir que tienes una estrategia para tu vida, que entiendes lo que te motiva y que tienes un balance entre tus aspiraciones y las oportunidades inesperadas. Pero a final de cuentas esto no quiere decir nada si no lo alineas con la forma en que utilizas el tiempo, el dinero y tu energía. Una estrategia real es creada por medio de cientos de decisiones diarias sobre dónde gastamos nuestros recursos. Hace más de una década fue fundada SonoSite para producir pequeñas máquinas de ultrasonido para uso médico. Su principal producto fue una máquina del tamaño de una laptop llamada Titan. Crearon otra más pequeña, menos sofisticada y a una tercera parte del precio, llamada iLook. Kevin Goodwin, el CEO, se dio cuenta que si ellos no vendían el iLook, alguien más lo lanzaría al mercado. Para revisar de primera mano cómo estaban respondiendo los clientes al nuevo producto, Goodwin fue con un vendedor a visitar un cliente. El vendedor ofreció el Titan y mostró todas sus capacidades. Goodwin en tres ocasiones presionó para que el vendedor mostrara el iLook, pero en las tres fue ignorado. El vendedor estaba haciendo lo que la compañía quería que hiciera, vender el producto de mayor precio y utilidad, ya que su comisión por un Titan equivalía a la de cinco iLook. Aunque la estrategia fuese ganar mercado, el sistema de compensación decía lo contrario. Esta paradoja de asignación de recursos también se da en forma personal, cuando la decisión correcta para el largo plazo no hace sentido en el corto, cuando vender a un cliente hoy es perjudicial para mañana.
Encontrando la felicidad en tus relaciones
Los momentos más felices de mi vida han sido aquellos pocos que he pasado en casa en el seno de mi familia. Tomas Jefferson.
Cualquier estrategia es sólo un intento hasta que se asignan los recursos. Todas las personas y sistemas deben estar alineadas para que se asignen los recursos en la dirección que la estrategia determine. De manera personal, tenemos recursos que incluyen nuestro tiempo, energía, talento y salud, y los estamos utilizando para hacer crecer varios "negocios" en nuestras vidas. Estos negocios incluyen una satisfactoria relación matrimonial, desarrollar buenos hijos, tener éxito profesional, contribuir con nuestra iglesia o comunidad, etc. Muchas personas y compañías enfocan sus recursos a la obtención de los mejores resultados a corto plazo, en lugar de sacrificarlos en búsqueda de un mejor futuro. También sucede en los gobiernos, como en el caso de Medicare en USA, que ningún congresista está dispuesto a cambiarlo y evitar su bancarrota, ya que en el corto plazo perjudicaría a muchos votantes. Al igual que en las compañías, el proceso personal de asignación de recursos es continuo, por lo que suele ser difícil darse cuenta de las opciones correctas. Nos vamos dejando llevar por aquello que presiona más, y no por lo más importante en el largo plazo. Personas que terminaron siendo infelices, de manera bien intencionada quisieron darle lo mejor a su familia, pero sobrepusieron los asuntos para obtener los mejores rendimientos inmediatos -una promoción, un aumento de sueldo, un bono- sobre los que requieren un trabajo a largo plazo, como el desarrollo de los hijos. Cuando los retornos financieros inmediatos llegan, son utilizados para tener un mejor nivel de vida, que a su vez exige mayor concentración de recursos. Invertir tiempo y energía en las relaciones familiares no ofrece el mismo logro inmediato que dedicarse a la vida profesional. Si un día no se va con la esposa al cine, al día siguiente ahí seguirá.
La teoría del buen dinero y el mal dinero
Pocas compañías han lanzado sus productos con tantas fanfarrias como lo hizo Iridium Satellite Network, fundada y manejada por Motorota. Lanzaron sus teléfonos con Al Gore hablando con el nieto de Alejandro Graham Bell. Al interconectarse literalmente a cualquier otra parte del planeta por medio de una compleja red celestial de satélites, evita que si no existe una célula cercana, el teléfono quede fuera del área de servicio. Antes de cumplir un año del lanzamiento, y con una inversión de 6 mil millones de dólares, la compañía tuvo que reconocer la bancarrota. Los factores del fracaso fueron que los teléfonos eran muy grandes porque la pila tenía que ser mayor para sostener la comunicación continua con el satélite, y que existía interferencia con los techos de las casas. 
Lo que llamamos la teoría del buen dinero y mal dinero ofrece la explicación de lo que le ocurrió a Motorola. A nivel básico los inversionistas tienen dos objetivos: crecimiento y rentabilidad. Amar Bhide mostró en su "Origen y Evolución de Nuevos Negocios" que 93% de las empresas exitosas tuvieron que abandonar su estrategia original por no ser viable. Lo que implica que tuvieron éxito porque tuvieron dinero adicional cuando la estrategia original falló. Cuando al inicio de un negocio la estrategia ganadora no está clara aún, el buen dinero de los inversionistas debe ser paciente con el crecimiento, pero impaciente con la utilidad. Esto demanda que se encuentre la estrategia viable tan rápido como sea posible y con la menor inversión posible, de tal forma que los emprendedores no gasten mucho dinero en perseguir una estrategia equivocada. Se concluye que el capital que persigue el crecimiento antes que las utilidades es mal dinero.
Sin embargo, una vez que se encontró la estrategia viable, los inversionistas tienen que cambiar lo que persiguen, ser impacientes con el crecimiento y pacientes con la utilidad. Honda no tuvo dinero para respaldar la estrategia equivocada de las motos grandes, por lo que no le quedó de otra que necesitar el dinero que le brindaba la utilidad de las motos pequeñas y después empujaron el crecimiento.
En la vida personal, la mala inversión es dejarse llevar por las presiones del trabajo y no invertir en las relaciones familiares y de amistad. El problema está en que cuando nos damos cuenta de que tenemos que invertir en las relaciones, suele ser demasiado tarde para empezar. Es muy difícil reparar un matrimonio o las relaciones de amistad, y el tiempo no invertido en los hijos es irrecuperable.
¿Para qué trabajo estás contratando a esa malteada?
Las compañías se enfocan demasiado en lo que quieren vender a sus clientes, en lugar de en lo que los clientes realmente necesitan. Lo que falta es empatía: un profundo entendimiento de los problemas que los clientes están tratando de solucionar. Lo mismo sucede con nuestras relaciones.
¿Qué trabajo necesitan hacer tus clientes, por lo que deciden "contratar" tu producto o servicio? Muchos hemos oído hablar de IKEA, la exitosa compañía sueca que vende muebles económicos que ensamblas tú mismo. En 40 años nadie la ha copiado, y no tiene grandes secretos. Es un completo modelo de negocio muy diferente de una mueblería estándar: la experiencia de compra, la distribución de la tienda, el diseño de los productos y la forma de empaque. Muchos comerciantes están organizados por segmentos de clientes o tipos de productos; su base de clientes la dividen por edad, género, educación, nivel socioeconómico, etc. IKEA tiene un enfoque completamente diferente, está estructurado alrededor de un trabajo que periódicamente los clientes necesitan que se haga. Esta basado en una teoría que he desarrollado con mis colegas, llamada "el trabajo a realizar". La idea es que la causa de que compremos un producto o servicio es que en realidad necesitamos contratar algo para que nos realice un trabajo. Nadie compra porque tiene 18 años, de género masculino y raza blanca. Esto puede estar correlacionado con cierto patrón de compra, pero no es la causa de la compra. En cambio, periódicamente encontramos que surge algún trabajo en nuestras vidas que debe ser realizado, y entonces encontramos alguna manera de que se haga. Si una empresa ha desarrollado un producto o servicio para realizar bien el trabajo, lo compramos o contratamos para el trabajo. Si no encontramos algo que haga bien el trabajo, hacemos que se realice de la mejor forma posible, o desarrollamos una solución. El mecanismo que nos lleva a comprar es: "Tengo un trabajo que necesito que se realice, y esto me va a ayudar a hacerlo". IKEA esta enfocado en el trabajo al que muchos consumidores se enfrentan cuando se establecen en los suburbios: “Tengo que tener amueblado este lugar mañana”. Lo que nadie ha podido copiar es la manera en que IKEA ha integrado sus productos y su distribución de la tienda, que permiten a los clientes hacer todo rápidamente. Parece en contra de toda lógica que las tiendas estén a media hora de distancia, pero realmente esta decisión facilita que las personas obtengan todo en un sólo viaje. El mobiliario está en inventario, tienen un área segura para que los niños jueguen, restaurante, sus productos están empacados de tal forma que se puedan llevar en el auto, y si la compra es grande, entregan a domicilio en el mismo día. Cuando una compañía entiende los trabajos que se presentan en las vidas de las personas, desarrolla los productos y experiencias requeridas en la compra y provoca que la utilización del producto sea para que se realice el trabajo a la perfección, causa que los consumidores "jalen" el producto a sus vidas cada vez que el trabajo le sea requerido.
La teoría del trabajo a realizar se explica mejor en el caso de una empresa de comida rápida que deseaba crecer las ventas de sus malteadas. Después de varios meses de estudios de opinión y mejoras al producto, no tuvieron consecuencias en las ventas ni en las utilidades. Se abordó el problema bajo la siguiente perspectiva: Preguntarse qué trabajo surge en la vida de las personas que las hace venir a este restaurante a "contratar" una malteada. Después de tomar datos bajo este punto de vista, se descubrió que cerca de la mitad de las malteadas eran compradas temprano en la mañana, por personas que iban solas, siendo lo único que compraban y llegaban en coche, llevándose la malteada. Se les preguntó qué trabajo hacía la malteada por ellos, y en caso de no contratar la malteada, qué otras cosas contrataban. Los substitutos fueron plátanos, donas, rosquillas, barras de caramelo, pero la malteada era su favorita. Al analizar las respuestas fue claro que todos los clientes mañaneros tenían el mismo trabajo que realizar: una largo y aburrido viaje al trabajo y necesitaban mantener el viaje interesante. Aún no tenían hambre, pero en dos horas más el estómago empezaría a rugir y los otros productos contratados para el trabajo tenían algún inconveniente. Se desarrolló una malteada más espesa con un popote más delgado que ayudara a durar más la experiencia y mantener entretenidos a los viajeros. Sin embargo, otro grupo grande de clientes eran los niños que iban a comer o cenar con sus papás, quienes les habían dicho a los niños "no" en innumerables ocasiones durante la semana. El trabajo que tenían los papás era encontrar algo no perjudicial a lo que pudiesen decir que sí, y la malteada realiza bien ese trabajo. Pero la nueva malteada para los viajeros duraba demasiado, por lo que los papás se desesperaban y no dejaban que los niños se la terminaran. Para mejorar el trabajo de la malteada para los niños, al contrario de la de los viajeros, debía terminarse rápidamente.
Si te enfocas en entender para qué trabajo estás siendo contratado, tanto en la vida profesional como en la personal, la recompensa será enorme, principalmente con tu cónyuge. Muchas veces, el trabajo que tu cónyuge está tratando de hacer es muy diferente de aquellos que tú piensas. Es fácil hacer suposiciones sobre lo que puede querer, en lugar de esforzarse para entender el trabajo a realizar en su vida. El camino a la felicidad en las relaciones, no sólo es encontrar algo que nos haga felices, sino principalmente encontrar lo que hace feliz al otro y comprometerse a realizarlo siempre. El sacrifico por la otra persona profundiza nuestro compromiso y, a la vez, brinda mayor felicidad.
El barco del tesoro para tus hijos
La siguiente historia muestra que siempre hay cierto daño al utilizar el outsourcing. Dell ha sido uno de los más exitosos fabricantes de computadoras, y parte de su éxito se lo debió a un proveedor taiwanés llamado Asus, quien empezó a suministrarle circuitos sencillos. Sin embargo, Asus fue aprendiendo y ofreciendo a Dell integrarle cada vez más componentes a un menor costo que el interno. El Retorno Sobre los Activos Netos (RONA) de Dell se mejoraba, dado que tenía menos activos y sus utilidades permanecían constantes, por lo que para Wall Street valía más. También el RONA de Asus crecía, ya que aunque sus activos crecían, sus utilidades lo hacían en mayor proporción. El proceso continuó hasta que Asus se quedó desde el diseño de las computadoras hasta la cadena de suministro, esencialmente con todo, excepto la marca. Entonces creo su propia marca. Aprendió todo de Dell.
Aunque los números de Dell se veían bien, lo que no reflejaban era el impacto en el futuro de la compañía. Se necesita conocer qué capacidades se tienen, y cuáles serán críticas en el futuro, de tal manera de no soltarlas a terceros. Los factores que determinan lo que una compañía puede hacer son sus capacidades, que son dinámicas y se construyen a través del tiempo. Éstas caen en una de las siguientes tres características: recursos, procesos y prioridades. Lo más tangible son los recursos, que incluyen personas, equipo, tecnología, diseño de productos, marcas, información y relaciones con proveedores, distribuidores y consumidores. Pueden ser contratados o despedidos, vendidos o comprados, depreciados o construidos. Las organizaciones crean valor, cuando las personas transforman los recursos en productos o servicios de mayor utilidad. La manera en que los empleados interactúan, se coordinan, comunican y toman decisiones es conocida como procesos, y permiten a los recursos resolver problemas cada vez más complejos. Los procesos incluyen las formas en que se desarrollan y fabrican los productos, se investiga el mercado, se hacen los presupuestos, se desarrolla a los empleados, se compensa y se asignan los recursos. Los procesos no pueden ser expresados en un balance financiero. El tercer grupo de capacidades, y quizá el más significativo, son las prioridades. Definen la toma de decisiones, dónde invertir y dónde no, en qué se van a enfocar hoy y qué es lo que van a dejar al final de la lista. Mientras más grande la empresa, es más importante asegurarse que los empleados, por sí solos, tomen decisiones jerarquizadas de acuerdo con la dirección estratégica y el modelo de negocio de la compañía.
Pensar en nosotros mismos como un conjunto de recursos, procesos y prioridades ayuda a evaluar lo que somos capaces de lograr en nuestras vidas y lo que está fuera de nuestro alcance. Si realizas una lista de ellas, habrá fortalezas y activos reales, pero tenemos algunas que nos gustaría fuesen más fuertes, y ya no podemos echar el reloj para atrás. Sin embargo, como padres, tenemos la oportunidad de ayudar a nuestros hijos. El modelo nos puede ayudar a calibrar lo que nuestros hijos serán capaces de realizar, dado el tipo de retos y problemas que sabremos enfrentarán en su futuro. Los recursos de un niño incluyen tanto los financieros y materiales que se le han dado o él ha ganado, como su tiempo, energía, lo que sabe, sus talentos, las relaciones que ha construido y sus experiencias. Dentro de sus procesos están la manera en que piensa, cómo se cuestiona asuntos relevantes, si puede resolver varios tipos de problemas y cómo lo hace, cómo trabaja con otros, etc. El conocimiento que obtiene en un salón de clase se convierte en un recurso; sin embargo, no necesariamente quiere decir que ha adquirido la habilidad de crear nuevo conocimiento. Si puede tomar la información obtenida en clase y con ello crear una aplicación para un dispositivo móvil, o conducir su propio experimento científico, esa capacidad es un proceso. Sus prioridades no difieren mucho de las nuestras: colegio, deportes, familia, amigos, trabajo y fe son algunos ejemplos. Siguiendo con el ejemplo del desarrollo de la aplicación. La computadora y el conocimiento de cómo programar una aplicación para iPad, son recursos. La manera en que pone esos recursos para crear algo novedoso para él y que nadie le ha dicho explícitamente cómo hacerlo, son procesos. Y el deseo de gastar su tiempo en crear la aplicación, para hacer algo único, o por tomar un reto, o para impresionar a sus amigos, son las prioridades que lo mueven. Recursos son lo que usa para hacerlo, procesos el cómo lo hace, y las prioridades el por qué lo hace.
Me preocupa que muchos padres estén removiendo las circunstancias en las que los niños pueden desarrollar procesos. En las casas cada vez “outsourceamos” más cosas habiendo menos trabajo por hacer. Antes hasta tenían su propio huerto y se realizaban conservas. La mayoría de nosotros teníamos un trabajo parcial en verano. Hoy se llena a los niños de actividades, pero no necesariamente aprenden a desarrollar los profundos e importantes procesos como el trabajo en equipo, emprendimiento, el valor de la preparación, la habilidad de desarrollar mejores habilidades, el conocimiento para desarrollar conocimientos más profundos y la experiencia de aprender de sus experiencias. No les planteamos objetivos a lograr, les evitamos problemas que necesitan resolver, de tal manera que adquieran el proceso de realizar trabajos cada vez más sofisticados.
Desarrollar la autoestima, de forma que no tengan miedo de confrontar problemas, sabiendo que son capaces de resolver cualquier cosa, no es fruto de haber recibido abundantes recursos. Al contrario, viene de resolver cosas importantes cuando son difíciles de enfrentar. Algunos de los más grandes regalos que recibí de mis padres no vinieron de lo que hicieron por mí, sino de lo que no hicieron, pero que me enseñaron a resolver, acompañándome mientras lo hacía. Los niños aprenden cuando están listos para aprender y no cuando tú estás listo para enseñarles, por ello hay que estar disponibles para acompañarlos. Los valores los aprenden con el ejemplo, no con las palabras.
La escuela de la experiencia
La idea de que los talentos para desempeñar cierto puesto son innatos, ha probado no predecir el éxito en el trabajo. La lista lógica de criterios para evaluar los candidatos resulta errónea; 25% de las contrataciones son equivocadas. Fue hasta que revisé un trabajo presentado por Morgan McCall, en su libro “High Flyers”, cuando encontré una teoría que puede ayudar a tomar mejores decisiones de contratación. No es que haya personas que nacieron con habilidades superiores, sino que las fueron adquiriendo por experiencias que les enseñaron a lidiar con problemas o situaciones complejas. Bajo la teoría del "equipamiento necesario" (Right Stuff), lo que se busca es que los candidatos tengan alas y plumas, y bajo el modelo de la escuela de la experiencia de McCall, es si realmente el candidato ha volado y bajo qué circunstancias. Esto es, buscar las capacidades de proceso del candidato, un trabajo retador, fallas al liderar un proyecto, una asignación a una nueva área de la compañía. Todo ello se vuelven "cursos" en la escuela de la experiencia que van desarrollando las habilidades necesarias. Los mejores candidatos para emprender un nuevo negocio son los que se han enfrentado a iniciar proyectos en la escuela de la experiencia, a encontrar que la estrategia inicial no necesariamente es la correcta, a adecuarla hasta lograr la rentabilidad y cuando se encuentre buscar el crecimiento. Hay que planear los cursos que se necesitan tomar en la escuela de la experiencia para lograr los objetivos personales deseados.
Como padre puedes encontrar oportunidades para que tus hijos asistan a cursos en la escuela de la experiencia. Motívalos para que se esfuercen en lograr grandes metas. Si no logran el éxito, asegúrate de estar ahí para ayudarlos a aprender la lección correcta: que cuando tienes como objetivo lograr grandes cosas, es inevitable que algunas veces no las obtengas. Anímalos a levantarse, a que se limpien el polvo y vuelvan a tratar. Diles que si ocasionalmente no fallan, es que no se han puesto el objetivo suficientemente alto. Construir la autoestima en los niños no es evitar que pierdan un juego, sino hacerlos pensar cómo podrán hacerlo mejor, de tal manera que adquieran el aprendizaje. Deben tomar sus propias decisiones, enfrentar sus errores, dejarlos que no logren las mejores calificaciones, pero no hacerles los trabajos en la víspera para que no reprueben y de esa manera quitarles la responsabilidad de sus actos. Debes pensar qué habilidades quieres que tus hijos desarrollen, y qué experiencias son las que los ayudarán a tenerlas. Crear las experiencias para tus hijos no garantiza que aprenderán lo que tienen que aprender. Si esto sucede, tienes que descubrir el por qué esa experiencia no logró el objetivo de aprendizaje deseado y probar diferentes ideas hasta encontrar la experiencia correcta.
La mano invisible en tu familia
Como padres compartimos una preocupación común: algún día nuestros hijos se enfrentarán a una decisión difícil y no estaremos ahí para asegurarnos que hagan lo correcto. ¿Cómo podemos asegurarnos que se comporten adecuadamente? La herramienta para hacerlo es la cultura familiar. Las empresas y las familias son muy similares en este aspecto. La cultura de una empresa no es el tipo de vestimenta, o si el café y los refrescos son gratuitos, o si se permite llevar a sus perros. Edgar Schein define la cultura, y cómo se forma, en los siguientes términos: La cultura es la manera de trabajar juntos hacia objetivos comunes que se ha repetido frecuentemente y con éxito, de tal forma que las personas ni siquiera intenten pensar en hacerlo de otra forma. Una cultura es una combinación única de procesos y prioridades dentro de una organización. Los trabajadores simplemente asumen que la manera en que han estado haciendo las cosas es la forma de hacerlo. La ventaja de la cultura en una empresa es que causa que la organización se auto-administre. Si la cultura no es definida deliberadamente, de todas maneras emerge por medio de la repetición de procesos con las mismas prioridades. En las familias pasa lo mismo; sin embargo, la definición y acuerdo es un poco más complejo, porque el padre viene de una cultura diferente a la madre y prácticamente siempre son culturas diferentes, agregando las culturas del entorno en donde se mueven los niños. Se debe lograr entender en conjunto qué clase de cultura se desea para la familia y perseguirla proactivamente. Cada familia tiene su propia cultura, no necesariamente una es mejor que otra, sino que es la correcta para la familia que se desea. Si, por ejemplo, deseamos que nuestros hijos amen el trabajo, debemos encontrar las maneras de trabajar con ellos, haciendo de esto algo satisfactorio, aunque el resultado de hacerlo en conjunto sea peor que si lo hicieran los padres individualmente. Se tienen que ir diseñando actividades de sencillas a complejas para elevar el sentimiento de logro y que se disfrute al realizarlas. Hay que ser consistentes y perseverantes independientemente de las presiones del día con día. No hay duda, la cultura familiar ocurre, ya sea que lo desees o no, la cuestión es qué tanto desean influir en el tipo de cultura que su familia tendrá. Las inquietudes e intereses profesionales de los hijos empezarán a emerger, y seguramente para cada uno serán diferentes, por lo que la cultura familiar debe estar preparada para ello, siendo uniforme en sus dimensiones fundamentales. Esto requiere de vigilancia constante para saber lo que es correcto y lo que no, para cada acción que tome cualquier miembro de la familia. Platicarlo y estar dispuesto a tomar una nueva directriz con la retroalimentación de todos. Cosas tan sencillas como la reacción que se deberá tomar cuando un hijo viene en llanto a acusar un pleito. ¿Cómo vamos a reaccionar?, ¿llamaremos al otro y aclararemos las cosas?, ¿castigaremos únicamente al que consideramos sea el culpable?, ¿dejaremos que lo resuelvan ellos mismos? Cualesquiera que sean las respuestas que se definan deben ser consistentes con el tiempo, aunque después sea necesario corregir el rumbo.
Permaneciendo fuera de la cárcel
El camino más seguro al infierno es el gradual. C.S. Lewis
He ofrecido una serie de teorías para ayudarte a manejar los retos que enfrentarás en la búsqueda de la felicidad en tu carrera y tu vida. En esta parte quiero utilizar una teoría para platicar sobre vivir una vida con integridad. No puedo anticipar todas las circunstancias y dilemas morales con los que te toparás, y los tuyos serán diferentes a los de cualquier otra persona. Lo que te ofrezco aquí es la teoría llamada "pensamiento completo contra pensamiento marginal". La mayoría de nosotros pensamos que las decisiones éticas importantes en nuestras vidas van a llegar con un anuncio de neón que dice: Cuidado, decisión importante. En esos grandes momentos, casi todos haremos lo correcto. El problema es que la mayoría de las veces nos encontramos con decisiones que parecen no contener grandes peligros morales. Tampoco deliberadamente ninguna empresa se deja sobrepasar por su competencia. Cuando sucede es por decisiones aparentemente innocuas tomadas años atrás que marcaron el camino en descenso. La trampa del pensamiento marginal.
A finales de los 90, en EUA, Blockbuster dominaba el mercado de la renta de películas. El negocio era rentar la misma película a la mayor cantidad de clientes posibles. Por ello, si el cliente se retrasaba en regresar la película, la multa era muy alta. A los clientes no les gustaba tener que regresar las películas al día siguiente, por lo que las multas llegaron a representar el 70% de las utilidades. Emergió una pequeña compañía llamada Netflix con una idea innovadora: entregar a domicilio los DVDs. Cobraba una cuota mensual al cliente, por lo que mientras más tiempo estuviese el video en casa del cliente, mejores utilidades tenía Netflix, ya que se ahorraba el envío de la película de regreso y mandar al cliente la nueva película. Netflix empezó a crecer y para el 2002 facturó $150 millones de dólares con un margen del 36%. Cuando los ejecutivos de Blockbuster compararon sus números, decidieron no preocuparse, ya que sus márgenes eran muy superiores y atacar a Netflix les representaría canibalizarse. En 2011 Netflix tiene casi 24 millones de clientes y Blockbuster se declaró en quiebra. El principio fundamental de finanzas y economía que utilizó Blockbuster es evaluar las nuevas inversiones con base en los costos e ingresos marginales que cada alternativa conlleva. Sin embargo, es una forma peligrosa de pensar, ya que evalúa con base en el éxito pasado de la compañía en lugar de en la creación de las capacidades que necesitarán en el futuro. El fracaso muchas veces se encuentra al final del "pensamiento marginal", y se termina pagando el costo total -no el marginal- de nuestras decisiones, nos guste o no. La paradoja está en que las compañías grandes y bien establecidas encuentran costosas las nuevas iniciativas, que las pequeñas empresas sin mucho capital si pueden afrontar. La respuesta es la teoría del costo marginal contra el costo total. Siempre hay dos alternativas para las empresas establecidas, analizar el costo total de hacer algo completamente nuevo, o adecuar lo que se tiene, pareciendo esta opción casi siempre más atractiva. A los nuevos competidores no les queda de otra, si la iniciativa hace sentido, su única alternativa es el costo total. Esto hace que las grandes empresas pierdan competitividad en el mercado. Como dijo Henry Ford, "Si necesitas una máquina y no la adquieres, finalmente vas a darte cuenta de que pagaste el  costo del máquina, pero sin tenerla".
El argumento del costo marginal también aplica al tratar de vivir con integridad, cuando se debe escoger entre hacer lo correcto o algo inadecuado. El costo marginal de hacer algo incorrecto únicamente en esta ocasión siempre parece ser insignificante, pero el costo total típicamente es mucho mayor. La arena política está repleta de ejemplos de personas bien intencionadas que al iniciar a hacer algo incorrecto terminan corrompiéndose por completo. También en los escándalos de Wall Street, en los deportistas olímpicos, reporteros nacionales, etc. Todas estas personas seguramente iniciaron sus carreras con verdadera pasión en lo que estaban haciendo y con las mejores intenciones. Una vez que se inicia haciendo algo incorrecto se empieza a caer en una ruta inconcebible por tratar de ocultar la conducta inicial inadecuada. Muchos de nosotros nos hemos convencido de que somos capaces de romper nuestras propias reglas "sólo en esta ocasión", pero corremos el peligro de acabar siendo la persona que no deseábamos ser. La única manera de evitar las consecuencias incómodas de las concesiones morales es nunca empezar a hacerlas "sólo por esta vez".
El Propósito
Cada compañía tiene su propósito, expresado en sus prioridades y las maneras en que las personas toman las decisiones. Si una organización tiene un propósito claro y convincente, su impacto puede ser extraordinario, ya que sirve de guía, enfocando a los empleados en lo que realmente importa. Así también las personas debemos tener un propósito en nuestra vida. Una declaración de propósito necesita de tres partes. La primera es lo que yo llamo un bosquejo. Por analogía, un pintor suele crear un bosquejo a lápiz de lo que ve en su mente, antes de aplicar los óleos. La segunda es que hay que tener un compromiso profundo con el bosquejo que se está tratando de crear. Y la tercera es una o unas pocas mediciones por medio de las cuales se mida el progreso. El propósito debe ser deliberadamente concebido y elegido, para después darle seguimiento. El cómo se logra es típicamente emergente, tal y como se presentan los retos y las oportunidades. La persona en que te quieres convertir, o cuál es el propósito de tu vida, es tan importante como para dejárselo al azar. Es un proceso, no un evento que puede llevar años entender nuestro propósito.
Compartiré el mío, el bosquejo de lo que yo quería convertirme:
Una persona dedicada a ayudar a que las personas mejoren su vida.
Un marido, padre y amigo amable, perdonador y desinteresado.
Una persona que no solamente cree en Dios, sino que le cree a Dios.
Reconozco que muchos podemos llegar a conclusiones similares, dependiendo de nuestras convicciones religiosas; sin embargo, tu bosquejo sólo será valioso si tú lo pintas. Hay que tener un profundo compromiso en realizar el bosquejo, de esta forma servirá de guía para darle prioridad a nuestras actividades todos los días y dirigirnos hacia lo que debemos y no debemos de hacer. La tercera parte del propósito es entender las métricas bajo las cuales mi vida va a ser medida. Para mí esto fue lo más tardado. En términos de administración: los jefes de la policía necesitan conocer la cantidad de crímenes de cada tipo para saber si su estrategia está funcionando; el director de una empresa no puede saber la salud de la empresa revisando órdenes específicas para clientes específicos, necesita tener valores agregados como ingresos, costos y utilidades. Sin embargo, me di cuenta que Dios no necesita agregar nada, su única medición somos los individuos. Por lo que mientras la mayoría de nosotros medimos nuestras vidas en estadísticas resumidas, tales como el número de personas que dirigimos, la cantidad de reconocimientos que recibimos, el dinero acumulado en el banco, y otras similares, la única métrica realmente importante en mi vida, era la cantidad de individuos a los que he sido capaz de ayudar, uno por uno, a ser mejores personas, mejorando su autoestima, reforzando su fe, aplacando sus molestias, independientemente de las tareas que yo tuviese que realizar.
¿Cómo medirás tu vida?