jueves, 26 de febrero de 2015

Contagioso, ¿Por qué las cosas se popularizan?

Para esta ocasión tenemos un excelente libro de utilidad práctica para todos, ya sea como personas, como profesionistas o como empresas. Se llama Contagioso, ¿Por qué las cosas se popularizan? Escrito por Jonah Berger.

Si se busca tener un mayor impacto, especialmente con un presupuesto reducido, este libro muestra cómo hacer que el producto, idea, marca o compañía crezcan de una manera inimaginable. Descubre los seis principios por los cuales algo se convierte en viral, y cuenta una serie de historias de ejemplo que facilitan la tarea de implementarlos.

En esta ocasión, además de resaltar con amarillo el contenido que consideramos más importante, hemos querido resaltar las historias y ejemplos dada su utilidad práctica. Para ello, hemos subrayado tanto el inicio como el fin de la historia.

Si se lee únicamente lo resaltado en amarillo, se puede tener el contenido del libro en menos de 7 minutos; y si se quieren leer únicamente los ejemplos, el tiempo que toma es menor a 16 minutos.

Estamos seguros que su lectura ayudará a gastar menos para vender más.



Contagioso
¿Por qué las cosas se popularizan?
Por Jonah Berger

Howard Wein abrió un restaurante de lujo de carnes asadas en Filadelfia, donde existen docenas de ellos. Más del 25% de los restaurantes quiebran antes de cumplir un año. Wein necesitaba ofrecer algo que le diera un sentido único a la marca, pero ¿qué?¿Cómo podía hacer que la gente lo comentara?

¿Qué tal un “cheesesteak” de cien dólares? El sándwich Philly estándar se consigue por cuatro o cinco dólares en cientos de locales de comidas. Hizo el sándwich con los mejores ingredientes posibles, incluyendo una cola de langosta de Maine y, para hacerlo más extravagante, lo sirve con una copa helada de champagne de Clicquot.

La respuesta fue increíble; no sólo creó otro restaurant de carnes asadas, creó una pieza de conversación. La historia del “cheesesteak” de cien dólares fue contagiosa.

¿Por qué algunos productos, ideas y comportamientos tienen éxito cuando otros fracasan? Una razón es porque simplemente son mejores. Otra razón es por sus precios atractivos. La publicidad también juega un papel importante. Pero, aunque todo ello contribuye, no explican la historia completa. 

Cuando tratas de explicar por qué el nombre de Olivia es más popular que el de Rosalía, no sirve ninguno de los argumentos anteriores. Lo mismo se puede decir sobre los videos de Youtube. ¿Entonces, qué es lo que crea popularidad?

La influencia social y el poder de boca a boca. A las personas nos gusta compartir historias, noticias e información que nos rodea, sobre nuestros excelentes destinos vacacionales, las ofertas, los chismes de posibles recortes de personal. Escribimos en línea reseñas de películas, compartimos rumores en Facebook y twitteamos sobre recetas que acabamos de probar.

Pero el boca a boca no sólo es frecuente, sino importante. Lo que otros nos comentan, envían por correo electrónico o escriben, tiene un impacto significativo sobre lo que pensamos, leemos, compramos y hacemos. De todas las decisiones de compra, el boca a boca es el principal factor, influye entre el 20 y 50 porciento.

Aunque la publicidad tradicional sigue siendo útil, el boca a boca es al menos diez veces más efectivo. Primero porque es más persuasivo, somos más dados a confiar, escuchar y creer a nuestros amigos. Segundo, puede ser más dirigido. En una ocasión, una compañía editora me mandó dos copias del mismo libro, de tal manera que lo pudiera pasar a algún colega que le pudiese interesar. Es la manera en que el boca a boca puede ayudar a alcanzar al mercado objetivo, los editores nos hicieron buscarlo por ellos.

Lo mejor del boca a boca es que está disponible para cualquiera, lo único que se requiere es hacer a la gente hablar. El reto es cómo hacerlo.

¿Qué porcentaje del boca a boca piensas que ocurre por Internet? Si eres como la mayoría de las personas, tu respuesta estará entre el 50 y 60 porciento. Sin embargo, el número real es sólo el 7 porciento, de acuerdo con un estudio de Keller Fay Group. Aunque la gente pase mucho tiempo en línea, también pasa mucho tiempo desconectado, ocho veces más, y eso crea mucho tiempo para conversaciones mucho más profundas. No es claro que los medios sociales sean la mejor manera de hacerlo. Facebook y Twitter son tecnologías, no estrategias.

Aprovechar el poder del boca a boca requiere entender por qué la gente platica y por qué algunas cosas son más comentadas y compartidas que otras. La psicología de compartir. La ciencia de la transmisión social.

Una intuición común es pensar que generar boca a boca es encontrar a las personas correctas, a los líderes de opinión. Sin embargo, están equivocados. Y es más, hace que se enfoquen más en el mensajero que en el mensaje, que es el principal motivador para compartir.

¿Qué pasa con el mensaje que las personas quieren compartir? Una teoría es que la viralidad es completamente aleatoria, otros conjeturan con base en casos de estudio y anécdotas. Muchos de los videos más populares en Youtube son graciosos o tiernos; sin embargo, estas características no son ingredientes clave para la viralidad. La gran mayoría de graciosos y tiernos no tienen más de una docena de vistas. No por observar que Bill Clinton, Bill Gates y Bill Cosby son famosos, podemos concluir que si cambias tu nombre a Bill estas en la ruta de la fama y la fortuna. Para entender a fondo las causas por las que la gente comparte cosas, tienes que analizar tanto los éxitos como los fracasos.

Tom Dickson en 1995 produjo su primera batidora casera y en 1999 fundó Blendtec. Como las ventas no despegaban, en 2006 contrató a su compañero de clase George Wright como su director de mercadotecnia. George bromeaba que el presupuesto del departamento de mercadotecnia de su trabajo anterior era superior a los ingresos de Blendtec.

En uno de sus primeros días de trabajo, George notó un montón de viruta en el suelo de la planta y le preguntó a Tom de dónde venía. Tom le contó que para realizar la prueba de durabilidad y poder de las batidoras les metía tablones y otros objetos hasta que se trituraran. Entonces George tuvo una idea que volvió las batidoras de Tom famosas. Con un presupuesto de 50 dólares compró canicas, bolas de golf y un rastrillo y puso a Tom enfrente de la cámara. Lo filmó triturando 50 canicas hasta que se convirtieron en polvo. Subió los videos a Youtube y cruzó los dedos.

Su intuición fue correcta, la gente también se sorprendió. Esta historia demuestra una de las principales aportaciones del contenido contagioso. La viralidad no nace, se hace. Y de hecho es una buena noticia.

Me he dedicado a investigar coleccionando, codificando y analizando cientos de miles de detalles sobre marcas, videos de Youtube, artículos de periódico, reseñas de productos, leyendas urbanas, y en general cualquier cosa que pueda ser contagiada por el boca a boca. Este libro trata del entendimiento que hace que los contenidos se popularicen. 
Hemos notado que existen seis “ingredientes” o principios que causan que se platique de las cosas, se compartan e imiten. Les llamé STEPPS.

Primer Principio: Moneda Social (Social Currency). Saber de cosas interesantes hace verse a las personas inteligentes y conocedoras.

Segundo Principio: Disparadores (Triggers). Comúnmente las personas hablan sobre lo que les viene a la mente, por lo que mientras más seguido las personas piensen sobre el producto o la idea, más hablarán de ello.

Tercer Principio: Emoción (Emotion). El contenido contagioso, usualmente provoca de forma natural alguna clase de emoción.

Cuarto Principio: Visibilidad Pública (Public). Capturar la tendencia humana de imitar.

Quinto Principio: Valor Práctico (Practical Value). Nos gusta ayudar a otros a ahorrar tiempo, mejorar la salud, o ahorrar dinero. Se requiere empacar el conocimiento y experiencia de tal forma que la gente pueda pasarlo fácilmente.

Sexto Principio: Historias (Stories). Las personas no sólo comparten información, ellos cuentan historias. Debemos integrar nuestro mensaje a la narrativa, de tal manera que la gente no pueda contar la historia sin él.

Estos principios son relativamente independientes, por lo que puedes tomar cualesquiera que quieras aplicar.

1. Moneda Social
Brian Shebario y su amigo de la infancia Chris Antista decidieron en 2001 incursionar en el negocio de los hot dogs en Nueva York, abriendo Crift Dogs con licencia para venta de licores. Tuvieron bastante éxito, y decidieron abrir un bar en el local contiguo. Sin embargo, el área de Nueva York está plagada de bares; de hecho, en un radio de cuatro calles existen más de 60 locales en los que se puede tomar un trago. El concepto tenía que ser algo realmente notable. Un día Brian encontró una cabina telefónica de los años 30 y pensó que podía funcionarle bien en el bar, así que decidió convertirla en una puerta secreta para el bar, con entrada por el restaurante de hot dogs. Llamaron al bar “Please Don’t Tell” (Por Favor no lo Cuentes). Sin nunca haber realizado publicidad, desde su apertura en 2007 ha sido el bar de reservación más solicitado en Nueva York. Hay un pequeño secreto sobre los secretos: tienden a no ser secretos por mucho tiempo.

No hay nada más viral o infeccioso que uno de tus amigos vaya a un lugar y te lo recomiende ampliamente, y qué puede ser más notorio que ver a dos personas desaparecer por medio de una cabina telefónica. Las personas comparten las cosas que los hacen ver bien con los otros.

El deseo de compartir nuestros pensamientos, opiniones y experiencias es una de las razones por la que las redes de medios sociales en línea se han vuelto tan populares. Una investigación reveló que más del 40 por ciento de lo que las personas platican es sobre sus experiencias o relaciones personales. De la misma manera, más de la mitad de los Tweets están enfocados en algo sobre “mi”. Más que vanidad, es un placer.

Los neurocientíficos de Harvard, Jason Mitchell y Diana Tamir, encontraron que revelar información sobre uno mismo es muy gratificante. Se activan los mismos circuitos del cerebro que la respuesta a recompensas como la comida y el dinero. A las personas les gusta compartir sus actitudes aún más que cuando se está dispuesto a pagarles por ello. Quizá en lugar de pagar por sus pensamientos, deberíamos pagar por escucharlos.

Entonces, el boca a boca es una herramienta fundamental para causar una buena impresión, tan potente como un coche nuevo o un bolso de Prada. Tal y como las personas están dispuestas a utilizar el dinero para adquirir productos o servicios, utilizamos la moneda social para lograr la deseada impresión positiva entre familiares, amigos y colegas.
Las organizaciones necesitan dar a las personas una manera para que se vean bien promoviendo sus productos e ideas. Hay tres maneras de hacerlo:

(1)    Encontrar dentro del producto o de la organización lo que los hace notorios.
En 2002, Marke Rubenstein, vicepresidente de la agencia de publicidad que maneja Snapple (la empresa de jugos y tés) decidió junto con su equipo poner una serie de mensajes triviales dentro de las tapas, de tal manera que fuesen leídos por el consumidor únicamente después de destapar la botella. Notas como: “Una bola de cristal rebota más que una de goma”; “Los canguros no pueden caminar para atrás”; “Una persona promedio gasta dos semanas de su vida esperando la luz del semáforo”. Todas reflejan hechos de la vida. Las personas comparten los mensajes de Snapple porque son notorios, y hablar de cosas notorias paga con la moneda social.
La clave para encontrar lo notorio dentro del producto u organización es pensar sobre lo que hace que algo sea interesante, sorpresivo o novedoso. ¿Puede el producto hacer algo que nadie pensaba fuese posible (tal y como triturar pelotas de golf)? Una manera de generar sorpresa es rompiendo el patrón que la gente espera. A pesar de todo, lo mejor es que lo notorio puede ser aplicado a cualquier cosa.

(2)    Aprovechar la mecánica de los juegos.
Me quedé corto por 222 millas.
El primer programa de cliente frecuente fue creado por American Airlines en 1981, convirtiéndose en un programa de recompensas.
Todos sabemos que las millas pueden ser utilizadas para viajes gratis, estadía en hoteles y otros beneficios. Sin embargo, la mayoría de las personas nunca redime sus millas acumuladas. De hecho, menos del 10 por ciento de las millas son redimidas cada año.
Si las millas no son utilizadas, ¿entonces por qué las personas se apasionan tanto por acumularlas? Porque es un juego divertido.
Una buena mecánica de juegos mantiene a las personas enganchadas, motivadas y siempre esperando más. Todos disfrutamos logrando cosas.  Las marcas u objetivos en escalones nos motivan a trabajar más duro, especialmente cuando estamos cerca de lograrlos.
En un ejercicio que se desarrolló en Harvard, se les preguntó a los estudiantes que si preferían un trabajo en el que ganarían $50,000 dólares anuales, o uno en el que ganarían $100,000. La respuesta puede parecer obvia, pero existía un truco. En la opción de $50,000 se les pagaría el doble que a los demás, y en la de $100,000 se les pagaría la mitad que los demás.  La mayoría escogieron la opción de los $50,000. Es la peor opción en términos absolutos, pero la mejor en términos relativos.
Burberry creó un website denominado “Art of the Trench” que es un montaje de Burberry y de todas las personas que lo usan. Existen fotos de reconocidos fotógrafos, pero las personas también pueden enviar sus propias fotos. Si eres afortunado, Burberry la sube. ¿Cuál sería tu primer impulso al ver tu foto en el site? El boca a boca también puede ser generado por el proceso mismo de votación.
Una buena mecánica de juegos ayuda a generar moneda social porque hacerlo bien nos hace ver bien ante los demás.

(3)    Hacer que las personas se sientan privilegiadas.
Ben Fischman se convirtió en 2005 en CEO de SmartBargains.com, un website de descuento de cualquier cosa desde ropa hasta equipajes. En 2007 el negocio empezó a decaer. Un año después Fichman empezó un nuevo website llamado “Rue La La”, el cual sólo está disponible por invitación de algún miembro. El éxito fue rotundo. En 2009 ambos sitios vendieron $350 millones de dólares. El secreto de que “Rue La La” fuese tan exitoso es que hizo sentir a las personas privilegiadas.
La secrecía y exclusividad ayuda a que algo se popularice haciéndolo más deseable. Si algo es difícil de conseguir, las personas asumen que vale la pena el esfuerzo.
McDonald’s encontró una ingeniosa manera de incrementar la demanda de los McRib. No invirtió más en publicidad, ni le cambió el precio, ni tampoco los ingredientes. Algunas veces limitó el producto nacionalmente por un tiempo; en otros casos lo ofrecía en ciertas localidades pero no en otras. Y su estrategia funcionó. El simple hecho de que algo no esté fácilmente disponible, puede hacer que la gente lo valúe mejor y lo comparta con otros para capitalizar la moneda social del tener el conocimiento sobre ello.

Tan pronto como ofreces a las personas pagarles por referir otros clientes, cualquier interés que tuviesen por hacerlo desaparecerá. Los incentivos sociales, como moneda social, son más efectivos en el largo plazo.

2. Disparadores

Nadie habla sobre compañías, productos o anuncios aburridos, es lo que argumenta defensor del boca a boca. Desafortunadamente está equivocado. Las personas hablan más sobre Cheerios que sobre Disney Word. La razón: los disparadores.

Es diferente el boca a boca inmediato y el continuo. En el caso del cine, teatro y los nuevos productos de alimentos, el boca a boca inmediato es crítico. Para la mayoría de los productos e ideas, el continuo es también importante, como para las campañas antibullying y las nuevas iniciativas políticas.

De un estudio que realizamos comprobamos que los productos interesantes causan más boca a boca que los aburridos, pero no sostienen altos niveles de boca a boca en el tiempo.

Se realizó una investigación con dos grupos de estudiantes. Se les pidió dar retroalimentación sobre una campaña de salud pública dirigida a estudiantes. Para asegurar que recordaran el mensaje, se les enseñó más de veinte veces impreso en diferentes colores y tipos de letra. El eslogan del primer grupo fue: “Vive de manera saludable, come cinco frutas y verduras al día”. Y el del segundo: “Cada charola del comedor necesita tener cinco frutas y verduras al día”, éste tenía un disparador: la charola. No les gustó el segundo mensaje, lo calificaron la mitad de atractivo que el de “vive saludable”. Los estudiantes del primer mensaje no cambiaron sus hábitos alimenticios, pero los de la “charola” comieron 25 por ciento más frutas y verduras. El disparador funcionó.

En un proceso de votación se asignaron diferentes localidades para repartir a las personas participantes: estaciones de bomberos, las cortes, escuelas, iglesias, edificios de oficinas privados y otras sedes. Cada tipo de localización trae diferente disparador. Examinamos si la gente votaba diferente, nos enfocamos en la votación de una iniciativa: el incremento de impuesto para escuelas de 5.0 a 5.6 por ciento. Más de 10,000 personas adicionales votaron a favor cuando el lugar de votaciones era una escuela. El lugar de votación tiene un efecto dramático en el sentido del voto.

En el 2012 el papá de Rebeca Black le patrocinó grabar un video cantando una canción completa. Pagaron $4,000 dólares a ARK Music Factory para que le escribieran la canción. El resultado fue horrible, se tituló “Friday” y reproduce la vida de una adolecente en el fin de semana. Fue un éxito viral en Youtube, con más de 300 millones de reproducciones. Revisando los números de visitas por día de la semana, resulta que se dispara un día particular de la semana. ¡Adivinaste!, el viernes, ya que cada viernes recibía un disparador importante que contribuyó a su éxito.

De acuerdo con el análisis de la información de BzzAgent, habitualmente los productos que cuentan con un disparador obtienen un 15 por ciento más de boca a boca. Actuando como recordatorios, los disparadores no sólo hacen que las personas platiquen sobre ellos, sino que los mantiene platicando. Top of Mind significa “punta de la lengua”. Un buen disparador es “¿Piensas cenar? Piensa en Boston Market”

En lugar de buscar únicamente un mensaje que atrape se debe considerar el contexto, pensar en dónde debe de estar el disparador para el ambiente diario de la audiencia. Aunque los alumnos detestaron el eslogan, comieron más frutas y verduras por recordarlo al ver la charola. Aún una atención negativa puede ser útil si hace que los productos o ideas se conviertan en Top of Mind.

En 2007, Hershey le encargó a Colleen Chorak revivir la maraca de Kit Kat pero la dirección no estaba dispuesta a volver a invertir en televisión, el soporte financiero a la marca era muy modesto. Colleen hizo una investigación de cuándo era que realmente se consumía el Kit Kat, encontrando que los consumidores lo consumían en un momento de descanso y varios lo hacían acompañado de una bebida caliente. Se le ocurrió ligar Kit Kat con café, creando un disparador frecuente para que las personas recuerden la marca.

También la competencia puede ser utilizada como disparador, principalmente cuando nuestro  presupuesto es mucho menor. Una campaña famosa para dejar de fumar utilizó una imagen de dos vaqueros platicando y a la mitad de ella, en letras grandes y con la tipología que utiliza Marlboro se leía: “Bob, tengo enfisema”.

¿Qué hacer para lograr un disparador efectivo?

Un factor clave es la frecuencia con la que ocurre el estímulo.

Otro es que debe estar balanceado con la fortaleza de la liga. Por ejemplo, el color rojo se asocia con muchas cosas tales como rosas, amor, Coca Cola y coches rápidos para nombrar sólo algunos. Como resultado no es un disparador particularmente fuerte para ninguna de estas ideas. Pregunta a la gente qué le viene a la mente cuando piensa en rojo, y verás a lo que me refiero.

También es importante escoger que el disparador suceda cerca de donde se desea que el comportamiento ocurra. No puedo comprar un tapete de regadera en el baño. El mensaje está movido de donde es deseable que ocurra la acción. Normalmente cuando llegamos al supermercado es cuando nos acordamos de la bolsa reusable, y ya es muy tarde. El súper es un gran disparador para las bolsas, pero desgraciadamente está desfasado en tiempo. Imagina qué pasaría si cada vez que ves la lista de compras te hace pensar en las bolsas reusables.

El clip llamado “El hombre que toma grasa” trata de un señor que abre una lata de refresco, y conforme la va sirviendo se convierte en grasa. Se la toma y en la última toma cae sobre un plato un montón de grasa congelada. El mensaje dice: “Beber un refresco al día te puede hacer engordar 10 libras al año, por lo que no te des a beber grasa”.  Excelentemente apalancado el disparador de la lata, se recordará precisamente en el tiempo correcto: cuando la gente esté pensando en tomar un refresco.

Considerar el contexto. Los disparadores tienen diferente efecto de acuerdo con el ambiente en que viven las personas. Aún en una misma ciudad o región geográfica las personas pueden experimentar diferentes disparadores con base en la hora del día o en la época del año.

La gente habla más de Cheerios que de Disney Word porque la gente no piensa frecuentemente en Disney, pero cientos de miles de personas desayunan Cheerios todos los días. Las menciones de Cheerios en Twitter son muchas más que las de Disney y, si observamos el comportamiento a través del día, veremos el pico entre las 7:30 y las 8:00.

Los disparadores son la base del boca a boca y del contagio.

3. Emociones

Investigamos y estudiamos por qué algunos artículos de periódico se comparten más que otros.

Los artículos sobre ciencias normalmente relatan innovaciones y descubrimientos que provocan una emoción particular en los lectores: el asombro. Esta emoción es cuando nos sentimos elevados ante algo imponente. De acuerdo con los sicólogos Dacher Keltner y Jonathan Haid, es el sentimiento que hace que uno se maraville y asombre cuando se inspira ante un gran conocimiento, belleza, sublimación o poder. Es la experiencia de enfrentarse con algo superior a uno mismo. El asombro expande nuestro marco de referencia y nos conduce a la auto- trascendencia. Generalmente pasa por una sensación de sorpresa, encontrarse con algo inesperado o con un misterio. Artículos sobre un nuevo tratamiento para el SIDA o sobre un portero de hockey que juega aun teniendo cáncer cerebral, provocan mucho asombro. Artículos sobre rebajas en días festivos no causan asombro alguno.

Algunos de los videos más virales también causan asombro. La primera aparición de Susan Boyle en Britain’s Got Talent es uno de los videos que más se ha compartido. Es difícil verlo y no impresionarse con su fortaleza e ilusión. Si yo comparto ese video estoy esperando que quien lo vea sienta la misma emoción, y el hecho de que sintamos lo mismo profundiza nuestra conexión social.

¿Cualquier contenido emocionante provocará ser compartido con otros? Estudiamos la tristeza y resultó que causa el efecto opuesto. Los artículos tristes se comparten un 16 por ciento menos. Llegamos a la conclusión de que los artículos positivos son más propensos a ser compartidos que los negativos. Para asegurarnos de ello, pedimos a nuestro equipo que estudiasen también artículos sobre dos de las emociones más negativas: el enojo y la ansiedad, resultando que también eran propensos a compartirse.

Por lo que encontramos que las emociones no sólo se pueden clasificar en positivas y negativas, sino también en una segunda dimensión aquella de la activación o excitación fisiológica; que es aquella emoción que sentimos cuando vamos a dar un discurso en frente de una gran audiencia, o cuando estamos en un juego muy reñido, o cuando estamos viendo una película de miedo. Todos nuestros sentidos se despiertan especialmente. Cuando estamos excitados hacemos cosas.

Entonces, todas aquellas emociones que nos causan excitación son aquellas en las que nos volvemos propensos a compartir, tales como: el asombro, el entusiasmo, la diversión o el humor, el enojo y la ansiedad. Aquellas como la satisfacción y tristeza no causan excitación y disminuyen la propensión a ser compartidas.

Más que manejar características o hechos, necesitamos enfocarnos en los sentimientos; en las emociones subyacentes que motivan a las personas a la acción.

De acuerdo con el personal del laboratorio creativo de Google, lo que la gente ama del buscador es que “Los mejores resultados no aparecen en la máquina de búsqueda sino en las vidas de las personas”.

Chip y Dan Heath hablan de utilizar los tres “Por Qué” para encontrar la esencia emocional de una idea.  Escribe por qué piensas que las personas están haciendo algo y entonces pregunta tres veces ¿Por qué esto es importante?  Cada vez que lo hagas, nota tu respuesta, y te darás cuenta de que profundizarás más y más a revelar no solamente la esencia de la idea, sino la emoción detrás de ella.

¿Por qué la búsqueda es importante? Porque la gente quiere encontrar información rápidamente; ¿Por qué? Para obtener respuestas a lo que están buscando; ¿Por qué? Porque quieren conectarse con otros, lograr sus metas y satisfacer sus sueños.

Agregando más excitación a la historia o al anuncio se puede lograr un gran impacto en el deseo de las personas de compartirlo.

Encontrar situaciones excitantes puede llevar a la gente a compartir el mensaje. Esto sugiere que una manera de generar boca a boca es encontrar a las personas cuando ya están encendidas. Anuncios en los gimnasios pueden provocar mucha discusión simplemente porque las personas ya están energizadas.
Las emociones motivan a las personas a la acción.

4. Visibilidad Pública

El comportamiento es público y los pensamientos privados. La famosa frase “el mono ve, el mono hace” captura más que la propensión del ser humano de imitar. Si ves a alguien utilizar una camisa y te gusta, puedes ir a comprar una igual. Sucede lo mismo con los automóviles. Hicimos un estudio para probar esta idea con mis colegas Blake McShane y Eric Bradlow utilizando los datos de venta de 1.5 millones de coches. Aproximadamente uno de cada ocho coches vendidos fue por la influencia social. La visibilidad pública impulsa el boca a boca. Mientras más fácil algo se vea, más personas hablan sobre ello.

Como muchas causas, apoyar un fondo contra el cáncer es típicamente un acto privado. Difícilmente te das cuenta de quiénes de tus vecinos, compañeros de trabajo o amigos han donado para combatir esa enfermedad. En 2003 un grupo de amigos de Australia se preguntaban qué había pasado con la moda del bigote. Ahí nació un reto de ver a quién le crecía el mejor bigote. De ahí pasó a un grupo de treinta personas. Todos se dejaron crecer el bigote durante los 30 días de noviembre. Al año siguiente decidieron volver de nuevo, pero decidieron poner una causa en medio, e inspirados por el trabajo en contra del cáncer de mama formaron la fundación Movember y adoptaron el eslogan “Cambiando la cara de la salud masculina”. Ese año 450 participantes recolectaron $54,000 dólares para la Fundación Australiana de Cáncer de Próstata. Al año siguiente la cantidad de participantes rebasó los 9,000 y al siguiente eran más de 50,000. Pronto traspasó las fronteras y la organización a nivel mundial ha recaudado más de $174 millones de dólares. El éxito se debió a que hicieron público algo privado.

Una forma de hacer las cosas más públicas es diseñar ideas para que se publiciten ellas mismas. Así nació y creció Hotmail, permitiendo el acceso del público desde cualquier computadora en cualquier parte del mundo. En aquel entonces era algo destacable. A los primeros usuarios les fascinaba hablar de ello porque les pagaba con Moneda Social, además de compartir su Valor Práctico. Los creadores de Hotmail también aprovecharon su propio producto para hacerlo popular. Cada correo enviado por Hotmail contenía un mensaje al final del mismo invitando a abrir tu cuenta en Hotmail. Funcionó tan bien que en un año lograron tener más de 8.5 millones de usuarios y Microsoft compró el servicio por $400 millones de dólares. Apple y BlackBerry adoptaron la misma estrategia “Enviado desde mi iPhone”, y dejando este tipo de notas la gente expande el conocimiento de marca e influencia a otros a adquirirla.

Cada vez que alguien utiliza un producto o servicio también transmite una constancia social o aprobación pasiva porque la utilización es observable. Muchas compañías aplican esta idea destacando su marca, tales como Abercrombie & Fitch, Nike y Burberry. Siguiendo el concepto de que más es mejor, algunas compañías han incrementado el tamaño de sus logos. Ralph Lauren hizo el caballo 16 veces más grande. Lacoste ha hecho un movimiento similar.

Apple tomó la decisión de hacer sus audífonos blancos, para distinguirlos de los demás. Diseñar productos que se publiciten ellos mismos es una poderosa estrategia particularmente para las pequeñas organizaciones con pocos recursos.

Existe una forma de generar constancia social que permanezca aunque el producto no se esté utilizando o la idea no sea Top of Mind, y se llama comportamiento residual. Las pulseras de Livestrong son un excelente ejemplo de ello. Lance Armstrong tuvo cáncer testicular, diagnosticándole un 40 por ciento de oportunidad de sobrevivir. No sólo lo hizo sino que a los dos años ganó sorprendentemente durante cinco años consecutivos el Tour de Francia, convirtiéndose en una figura inspiradora. Scott McEachern, como patrocinador de Armstrong en Nike, quiso capitalizar el interés generado y generar fondos para la fundación que Armstrong había creado contra el cáncer. Nike había desarrollado unas pulseras de silicón con mensajes motivacionales en su interior que utilizaban principalmente los jugadores de basketball. ¿Por qué no hacerlas enfocadas en Armstrong? Se podrían hacer cinco millones de pulseras y venderlas en un dólar para darle las ganancias a la fundación. La idea no les gustó ni a Lance ni a su agente. McEachern decidió hacerlas amarillas, ya que era el color de la camiseta de Armstrong en el Tour de Francia. La visibilidad del producto ayudó a hacer de él un éxito. Se vendieron 85 millones y en eBay se llegaron a vender hasta en diez veces su precio.

La constancia social son las huellas físicas o remanentes que la mayoría de las acciones o comportamientos dejan en su paso.

Existen ciertos casos en los cuales hacer algo visible públicamente es una mala idea. Los comerciales antidrogas parece que realmente incrementan el uso de las mismas, ya que las hacen más públicas. Dicen dos cosas simultáneamente: que las drogas son malas, pero también que otras personas las están utilizando. Si quieres que no se haga algo, no les digas que muchas personas lo están haciendo.

5. Valor Práctico

Si quieres seleccionar a alguien para hacer un video viral, seguramente Ken Craig no será tu primera opción, ya que tiene ochenta y seis años y su video viral trata sobre pelar mazorcas. Hace un par de años, su nuera lo invitó a cenar y había elotes. Ken le dijo que le iba a mostrar un pequeño truco. Le pidió dos mazorcas sin pelar y las metió al microondas por ocho minutos. Al finalizar tomó un cuchillo y cortó los fondos como en aproximadamente media pulgada. Tomó las hojas por la punta de la mazorca y la sacudió con fuerza un par de veces, saliendo el elote limpio por completo, todos los pelos se quedaron con las hojas. Su nuera quedó tan impresionada que le pidió se dejara tomar un video para enviarlo a su hija. Lo subió a YouTube y de paso se lo mandó a un par de amigas, quienes a su vez se lo enviaron a un par adicional, hasta que el video ha logrado más de 5 millones de vistas. Se volvió popular por su valor práctico. A las personas nos gusta transmitir información práctica, novedades que otros puedan utilizar.

Si la Moneda Social trata sobre la persona que transmite la información y cómo lo hace ver el compartirla, el Valor Práctico es trata sobre el receptor. Se trata de ahorrar tiempo o dinero, o de ayudar a que tengan buenas experiencias. Ayudar a otros hace sentirse bien.
Las personas se sienten impulsadas a compartir ofertas promocionales cuando éstas parecen buenas, cuando son sorprendentes. Si son simplemente buenas, no las compartimos. Obviamente el monto de la oferta es lo que las hace sorprendentes. 
Considera qué harías en el siguiente ejemplo:

Escenario A: Imagina que estás en una tienda y quieres comprar un asador. Encuentras apropiado el Weber Q320 y te das cuenta de que está en oferta. El precio original era de $350 y ahora está marcado en $250. ¿Lo comprarías o te irías a otra tienda a buscarlo?

Escenario B: Imagina que estás en una tienda y quieres comprar un asador. Encuentras apropiado el Weber Q320 y te das cuenta de que está en oferta. El precio original era de $255 y ahora está marcado en $240. ¿Lo comprarías o te irías a otra tienda a buscarlo?

Si eres como la mayoría de las personas (75% de las personas), el Escenario A se te hace una excelente oferta y la comprarías de inmediato. Sin embargo, el Escenario B es una mejor oferta, pero no hace que las personas lo compren.

En Diciembre de 2002 Daniel Kahneman recibió el Premio Nobel de Economía. Lo sorprendente es que él no es economista, sino sicólogo. El premio fue por su “Teoría Prospectiva”, la cual tiene como base una idea muy básica. La manera en que realmente las personas toman decisiones económicas viola los supuestos estándares de cómo deberían de tomarlas. Los juicios y decisiones no son siempre racionales u óptimos, sino que están basados en principios sicológicos de cómo la gente percibe y procesa la información. Uno de los mayores postulados de su teoría es que las personas no evalúan las cosas en términos absolutos, sino en forma relativa a un estándar de comparación o “punto de referencia”. Si vives en Nueva York, pagar cincuenta centavos de dólar por un café  parece realmente barato, hasta lo comentarías con tus amigos. Sin embargo, si vives en un pueblo de la India, parecería ser muy caro.

Los infocomerciales de la televisión utilizan el mismo planteamiento del Escenario A mencionando el punto de referencia alto, e incitan a tomar acción inmediata: ¡Y si hablas ahora llévate absolutamente gratis un segundo juego de cuchillos! Aquí el argumento referencial es de cantidad.

Otro postulado de la Teoría Prospectiva es algo llamado “sensibilidad decreciente”.  Imagina que estás en una tienda y que quieres comprar un reloj radio que cuesta $35 dólares. El vendedor te dice que tienen el mismo reloj en otra tienda de la cadena que está a 20 minutos de distancia en sólo $25 dólares. La mayoría de la gente (83%) trataría de ir a la otra tienda, ya que el ahorro es de un 30%. En un ejemplo similar, ahora imagina que es una televisión y su precio es de $650 y en la otra tienda está a $640. En este caso, sólo el 13% iría a la otra tienda. Refleja la idea de que el mismo cambio ($10 dólares) tiene un menor impacto mientras más lejos esté del punto de referencia. Si un producto está siempre en oferta, la gente empieza a ajustar sus expectativas. En lugar de que el precio completo, regular, sea el punto de referencia, el precio de promoción se convierte en el esperado.

Una manera sencilla de determinar que patrón de descuento parece mayor es utilizando algo llamado la regla de 100. Si el precio del producto es menor de $100 dólares, entonces el porcentaje de descuento será mejor percibido que la cantidad. Si el precio es mayor a $100 dólares, el monto del descuento se verá mayor que el porcentaje del mismo.

Otro factor que afecta si una oferta es valiosa o no, es su disponibilidad. Investigaciones han encontrado que limitar la cantidad a comprar incrementa las ventas en más de un 50%. Estos límites pueden ser por tiempo o por cantidad de artículos.

Se puede pensar que el contenido para una audiencia más amplia gusta más de ser compartido. El problema es que como es válido para todo el mundo, no te viene a la cabeza alguien a quien pueda interesarle. Sin embargo, el contenido más específico te recuerda a un amigo o familiar para quien pudiese ser valioso. Por lo que mientras el contenido relevante para una audiencia amplia puede ser más compartido, el contenido que es obviamente relevante para una audiencia más estrecha puede realmente ser más viral.

En 1998 un artículo publicado en una revista médica sugería que las vacunas podían causar autismo en los niños. La noticia se esparció como pólvora y como resultado la vacunación infantil decreció. La noticia era falsa, el doctor que la publicó aparentemente la manipuló por conflicto de intereses. Se le juzgó y perdió su licencia médica. Pero aunque la información fuese falsa, muchas personas la compartieron. La razón fue por Valor Práctico, ya que podía salvar a los niños, aunque resultase falsa. Por lo que la próxima vez que escuches de alguna cura milagrosa, o alarmas sobre riesgos de salud de algún alimento particular o de algún comportamiento, procura verificar esa información antes de difundirla. La información falsa se propaga tan rápidamente como la verdadera.

6. Historias

Casi todos hemos oído o leído la historia griega del caballo de Troya que cuenta que los griegos metieron a sus mejores combatientes dentro de un caballo enorme de madera, dejándolo abandonado detrás de la playa. Los troyanos lo encontraron y quisieron llevárselo a la ciudad como símbolo de su victoria. Celebraron esa noche hasta quedar completamente borrachos y dormidos. Los griegos salieron del caballo, abrieron las puertas de la ciudad dejando pasar a los otros soldados griegos que con facilidad destruyeron desde dentro el pueblo, tras diez años de cruentas batallas. Esta historia ha sido contada por miles de años y trae una moraleja: “Cuidado con los griegos que traen regalos”, o “nunca confíes en tus enemigos aunque se vean amigables”.

Si Homero y Virgilio simplemente querían enseñar una lección, ¿no podrían haberlo hecho de una forma más eficiente, yendo directo al punto? Claro, pero la lección no tendría el mismo impacto. Revistiendo la lección en una historia se garantiza que ésta se transmita. La gente no piensa en términos de información, sino en términos narrativos. Pero aunque se enfoquen en la historia, la información viene contenida en el fondo.

Tomemos la historia del abrigo que mi primo compró en Land’s End. Primero compró un abrigo en una elegante tienda departamental, pareciendo un caballero inglés; pero tenía un problema, no era lo suficientemente abrigador. Después de congelarse durante un invierno decidió comprar una verdadera chamarra de invierno. Encontró por internet una ideal en Land’s End y la compró. A mitad de temporada se le rompió el zipper. ¿Se podría arreglar? ¿Cuánto le costaría? Y más importante ¿Cuánto tardarían en entregársela? Decidió hablar a Land’s End. Para su sorpresa, la persona de servicio al cliente que le atendió le dijo que no la iban a reparar, que le mandarían a vuelta de correo una igual y sin costo alguno. ¡Wow! Es algo inaudito en esta era de “el cliente siempre está mal”. Mi primo ha contado esta historia a cuantas personas ha podido. Tiene varias moralejas: (1) Los abrigos no sirven para inviernos muy crudos. (2) Aunque las chamarras se vean mal, abrigan mejor. (3) Land’s End hace chamarras contra el frío. (4) También tiene un extraordinario servicio al cliente. (5) Si algo sale mal, Land’s End lo soluciona.

A nadie le gusta parecer un comercial andante. Aunque Subway tenga muchísimas opciones bajas en grasa, poca gente lo va a estar compartiendo, aunque tenga los disparadores adecuados. Sin embargo, ¿qué tal dentro de una historia? Jared Fogle perdió 245 libras (111 kilos) comiendo sándwiches de Subway. Empezó su “dieta Subway”: casi todos los días para lunch comía un sándwich vegetariano de un pie de largo y para cena uno de pavo de seis pulgadas. Después de tres meses de este régimen auto impuesto había perdido aproximadamente 100 libras (45 kilos). Continuó la dieta Subway hasta llegar a tener una cintura estándar de 34 pulgadas. La historia se comparte por varias razones expuestas en capítulos anteriores. Es notable (tiene Moneda Social), suscita sorpresa y asombro (Emoción) y provee información útil sobre comida rápida saludable (Valor Práctico). La gente habla de Jared no porque quiera hacer publicidad de Subway, pero con la historia se aprenden varias cosas de Subway.

Historias como las anteriores brindan a las personas una manera fácil de hablar sobre los productos e ideas. Fuera de disparadores en una conversación, las personas necesitamos una razón para sacar esa información, y una buena historia da esa razón. Proveen un tipo de cubierta sicológica que permite a la gente hablar sobre el producto o la idea sin que parezca un comercial. Necesitamos construir nuestro propio caballo de Troya –una narrativa de transporte que la gente compartirá y de paso hable de nuestras ideas o productos.

Cuando se está tratando de generar boca a boca muchas personas se olvidan de un detalle muy importante. Se enfocan tanto en hacer que la gente hable que olvidan la parte que realmente importa: de lo que la gente habla. Es el problema de crear contenido que no está relacionado con el producto o idea a promover. El famoso video de los bebés patinadores de Evian en el que muestra a los bebés haciendo todo tipo de piruetas y acrobacias al ritmo de la música, es un video excepcional, digno de compartir. El video tiene más de 50 millones de vistas y un record Guinnes como el video publicitario más visto en la historia. El video no benefició a la marca. Ese mismo año, Evian perdió participación de mercado y sus ventas cayeron en más de un 25 porciento. ¿El problema? Los bebés están lindos, pero no tienen nada que ver con Evian, por lo que la gente comparte el clip, pero no beneficia a la marca.

Al tratar de construir contenido contagioso, el valor de la viralidad es crítico, lo que quiere decir que se debe de hacer que la idea o el beneficio deseado sean parte clave de la narrativa. Puedes hacer historias chistosas, sorprendentes o entretenidas, pero si la gente no conecta el contenido contigo, por muy viral que sea no te va a servir. Asegúrate de que la información que deseas que la gente recuerde sea crítica para la historia, que no pueda ser contada sin ella, como en los casos de Subway y de Land’s End.

Epílogo

Cualquier producto, idea o comportamiento puede ser contagioso. Hablas de batidoras, bares, cereales, restaurantes caros, sitos de compras con descuento, elotes, búsqueda por internet, servicios de mensajería, fundaciones benéficas, comportamientos de salud, audífonos e inclusive jabón. La influencia social ayuda a popularizarse.

Las epidemias sociales se generan por los mismos productos o ideas, en lugar de que ocurran por un grupo especial de personas que influencian.

Ciertas características hacen que los productos o ideas sean más propensos a que se hable de ellos y ser compartidos, no sólo es suerte, ni tampoco un misterio. Los mismos seis principios clave están inertes en todo tipo de epidemias sociales, que hacen que las cosas se popularicen.

Moneda Social
Compartimos cosas que nos hacen ver bien
Disparadores
Top of Mind, punta de la lengua
Emociones
Cuando nos importa, compartimos
Visibilidad Pública
Construido para mostrar, construido para crecer
Valor Práctico
Novedades que puedas utilizar
Historias
La información viaja bajo el aspecto de charla ociosa

A continuación hay una lista de comprobación que puedes utilizar para evaluar qué tan bien tu producto o idea lo está haciendo con respecto a los seis principios. Lo mejor del marco de los principios es que cualquiera lo puede utilizar, no requiere un enorme presupuesto de publicidad, ni aun genio en mercadotecnia, ni tener cualquier tipo de gen creativo.

Moneda Social
¿Hace ver bien a la gente hablar de tu producto o idea? ¿Puedes encontrar lo sorpresivo que tiene intrínseco? ¿Aprovechas la mecánica de juegos? ¿Haces que las personas se sientan privilegiadas?
Disparadores
Considera el contexto. ¿Qué señales o claves hacen que las personas piensen en tu producto o idea? ¿Cómo puedes hacer crecer el hábitat y hacer que venga a la mente más frecuentemente?
Emociones
Enfócate en los sentimientos. ¿Hablar de tu producto o idea genera emoción? ¿Cómo puedes encender el fuego?
Visibilidad Pública
¿Tu producto o idea se publicita por sí mismo? ¿Puede la gente ver cuando otros lo están utilizando? ¿Puedes crear comportamiento residual que permanezca aunque el producto ya no se esté utilizando?
Valor Práctico
¿Hablar de tu producto o idea ayuda a que la gente ayude a otros? ¿Cómo puedes sobresaltar un valor increíble, empacando tu conocimiento y experiencia en información útil que otros quieran diseminar?
Historias
¿Cuál es tu caballo de Toya? ¿Está tu producto o idea integrado en una amplia narrativa que las personas quieran compartir? ¿Es tu historia no solamente viral, sino también valiosa para tu producto o idea?